El ex presidente de Perú, Alan García, ingresó el sábado de noche en la embajada uruguaya en Lima para pedir asilo político. García está acusado en su país de haber recibido una coima de la constructora Odebrecht para incidir en la adjudicación de unas obras del metro de Lima. Desde la oposición aún no se manifestaron a favor o en contra de la solicitud. “Por un lado, estamos ante un político claramente alejado del chavismo. Por otro lado, tiene un pasado izquierdoide. Es un tema que hay que analizar con tranquilidad antes de tomar una determinación que por supuesto no puede estar basada en cercanías o lejanías ideológicas”, declaró una legisladora del Partido Nacional. El gobierno peruano ya solicitó a su par uruguayo que no acepte el pedido de García y enviará un escrito con información sobre las acusaciones que pesan sobre él. En el Frente Amplio algunos dirigentes se mostraron favorables a entregar a García, pero con ciertas condiciones. “Acceder al pedido del gobierno peruano y entregarles a Alan García seguramente puede generar algunos problemas. Pero si ellos aceptan llevarse también a Raúl Sendic, nos estaríamos ahorrando un problema mucho más grande. Yo creo que es negocio”, opinó un dirigente del Frente Amplio. “Esta maniobra tiene un riesgo, y es que los peruanos nos digan que prefieren dejarnos a García con tal de no llevarse a Sendic. En ese caso, podríamos ver la posibilidad de enviarlo escondido en una valija o algo”.