El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, dijo la semana pasada a la agencia de noticias Sputnik que “aún hay chances” de que se firme un tratado de libre comercio (TLC) entre el Mercosur y la Unión Europea. Varios dirigentes del Frente Amplio celebraron estas declaraciones. “Siempre pensamos que Nin Novoa era un conservador sin ningún tipo de interés por las utopías, pero con las esperanzas que mantiene de que se firme este TLC nos demostró lo contrario, porque es una utopía más grande que el fin del capitalismo”, opinó un integrante de la Mesa Política frentista. Desde el Poder Ejecutivo reconocen la importancia de este acuerdo, aunque también advierten que en el contexto actual, sobre todo a partir de la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil, es extremadamente difícil que se concrete, por lo que quizás sea hora de repensar la estrategia. “El problema es que el impulso a este TLC nos absorbe una gran cantidad de tiempo y esfuerzo. A lo mejor llegó al hora de concentrarnos en objetivos más realistas, como organizar el Mundial de fútbol de 2030”, declaró una fuente de la Cancillería. “Es cierto que las chances que tenemos de ser una de las sedes del campeonato son muy bajas, sobre todos después de que circularan por todo el mundo las imágenes de los técnicos pintando de verde la cancha del estadio Centenario; aun así, sigue siendo más factible eso que el TLC”.