Con el eslogan “no son juguetes”, la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) lanzó una campaña para desalentar el uso de fuegos artificiales por parte de niños. Los médicos también exhortan a utilizar solamente productos que cuenten con la autorización del Servicio de Material y Armamento del Ejército. “Hay que entender que la calidad de los fuegos artificiales que se hacen en China no es la mejor, pero ellos tienen 1.200 millones de habitantes y pueden permitirse perder una buena cantidad de gente. En el caso de Uruguay no podemos darnos ese lujo”, declaró un integrante de la SUP. Los accidentes con fuegos artificiales no sólo dejan secuelas en los pacientes, sino que también tienen un “efecto disruptor” en el sistema de salud. “Ya es momento de que los pendejos de mierda se dejen de arruinarnos Nochebuena y Fin de Año con los accidentes. Hace siete años que no puedo brindar porque tengo que ir a coserle los dedos a alguno”, explicó el pediatra consultado. “Nosotros no estamos pidiendo que la gente deje de usar fuegos artificiales. Lo que queremos es que sean manipulados por adultos. La verdad es que un adulto borracho tiene las mismas o más chances que un niño de tener un accidente prendiendo una bomba brasilera. Pero en el caso de los adultos, no nos hace sentir culpables no atenderlos para poder comer pan dulce tranquilos, porque seamos honestos, en el fondo se lo merecen. En el caso de los niños, hacer como que no escuchamos el celular es más complejo”.