El sindicalista argentino Jorge Balcedo y su esposa, la abogada –presuntamente licenciada en leyes en La Habana– Paola Fiege, comparecieron ayer ante la Justicia en Maldonado, pero se negaron a declarar. Sin embargo, el abogado que los defiende en Uruguay aprovechó la ocasión para ampliar el descontento que tienen sus clientes con las instalaciones en las que están recluidos. “Ayer se hizo público que Fiege se quejaba de convivir con materia fecal y que llegó a ver roedores en la Unidad Nº 5, algo que me parece terriblemente injusto”, dijo el doctor. “Fiege por lo menos ve ratas, pero Jorge, pobre, está muy deprimido en Cárcel Central”, dijo. El defensor a sueldo contó entonces que, entre otras cosas, el sindicalista misteriosamente enriquecido extraña su zoológico privado, razón por la que al abogado se le ocurrió pedir un traslado: “Creo que si lo trasladan al Comcar se va a sentir más a gusto, ya que verá, además de roedores, ofidios e insectos, seres humanos que son tratados como auténticos animales”, sostuvo.