Aprovechando la comparecencia a la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, la prensa consultó al ministro Jorge Basso sobre el cambio de la cúpula de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Se limitó a responder que se trató de una resolución del Poder Ejecutivo y que la están instrumentando. Mencionó la complejidad del organismo –que tiene un presupuesto anual de 1.000 millones de dólares, 32.000 funcionarios, 900 puestos de atención y 1.250.000 usuarios–, y dijo que, “más allá de las personas [que lo dirijan], tenemos un problema de diseño institucional que hay que abordar”. Precisó que “una estructura de ese porte tiene que ir a un proceso de descentralización progresiva y de definición de proyectos, con metas y objetivos, generar un mejoramiento de la gestión con un potente sistema de información”.

En diálogo con la diaria, recordó que el Poder Ejecutivo envió en setiembre dos proyectos de ley al Parlamento, uno para habilitar en ASSE la gestión en base a proyectos, y otro para modificar el artículo 46 del Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera, con el fin de clarificar las interpretaciones respecto de situaciones que generen eventuales conflictos de interés de funcionarios por su actividad laboral privada. Dijo que se espera “definir tanto el espacio territorial donde eventualmente se pueden dar esos conflictos, como los niveles que tienen que ver con la toma de decisiones de las instituciones”, porque en un momento el Tribunal de Cuentas interpretó que la incompatibilidad era total, y hay lugares del país en donde los trabajadores se ven obligados a tener actividad en el sector público y en el privado; eso es parte de las irregularidades que estudia la comisión investigadora parlamentaria sobre la gestión de ASSE.

Lamentó el “encorsetamiento que tiene la gestión de lo público” y para que no vuelva a pasar lo que ocurrió en Rivera, donde el ex director Andrés Toriani fue despedido por contratar personal por el rubro Estudios Médicos, mencionó que es necesario reformar el organismo para que “quienes estén al frente de instituciones puedan hacerlas funcionar con mayor flexibilidad, tal cual lo hacen, por ejemplo, instituciones privadas, que tienen total flexibilidad”. Agregó que es necesario evitar la centralización de la gestión, porque “cuanto más lejos se esté del lugar donde se genera el hecho, más burocrático se hace, y seguramente es más dificultoso que se logren resultados”.

Consultado por la prensa, evitó calificar de buena o mala la gestión de Muñiz; sólo dijo que hay que avanzar en los cambios, y que el organismo mejoró el sistema asistencial.

El País publicó ayer que Alarico Rodríguez, director técnico del Fondo Nacional de Recursos, sustituirá al gerente general, Richard Millán, a pedido de Marcos Carámbula, que presidirá ASSE. Consultado sobre la remoción de Millán, Basso dijo que esa será una decisión que tome, oportunamente, el nuevo directorio. Las venias para los nuevos directores serán votadas la próxima semana, dijo a la diaria la senadora del Frente Amplio Mónica Xavier.

Basso confirmó a este medio que Martín Rebella, ex presidente del Sindicato Médico del Uruguay, ingresará como asesor de la Dirección General de la Salud, en sustitución de Marlene Sica, que fue designada para la vicepresidencia de ASSE.