El secretario general del Partido Comunista del Uruguay, Juan Castillo, pidió ayer la renuncia del vicepresidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Mauricio Ardus, luego de que se hiciera público que este contrató como secretaria personal a la novia de su hijo, de 18 años, con un sueldo de 57.000 pesos, según dio a conocer VTV el lunes. Después de que se hizo pública la noticia, el jerarca despidió a su nuera.

“¿Qué necesidad de hacerle pasar a una muchacha un mal rato? El primero que tiene que renunciar es él, porque esto no tiene nada que ver con una conducta del Frente Amplio [FA]”, dijo Castillo en declaraciones a Subrayado. El ex director nacional de Trabajo sostuvo que este tipo de conductas hay que “rechazarlas tajantemente”, ya que “una gestión del FA tiene que desmarcarse de las gestiones anteriores”. “No podemos hacer lo que hace el Partido Nacional, que justifica según la intendencia que sea y quién la respalde. No hay nada que lo justifique. Tiene que estar el mejor hombre y la mejor mujer para cada puesto, pero compitiendo en igualdad de oportunidades con los demás”, sostuvo. Castillo también dijo que el proyecto de Bordaberry para prohibir la contratación o la designación de familiares en toda la designación pública “está bien”, aunque “se acordó demasiado tarde”, ya que “cuando [los colorados] fueron gobierno no se acordó”.

En declaraciones al mismo medio, el diputado frenteamplista Sebastián Sabini (Movimiento de Participación Popular, MPP) expresó que, de confirmarse, la situación sería “inaceptable”, que el FA “no puede permitirse estas situaciones” y que el Tribunal de Conducta Política de la fuerza política “debería ser uno de los indicados para evaluar la situación y sugerir las sanciones para la persona involucrada”.

Por su parte, el presidente de la Junta de Transparencia y Ética Pública, Ricardo Gil Iribarne, dijo a la diaria que este organismo analizará “el tema general de los familiares y es probable que también hablemos de él [por Ardus]”, ya que “esto supone abordar los distintos casos, estén o no fuera de la norma”. Según Gil Iribarne, “hay cosas que no están prohibidas pero están mal”.