Los aumentos salariales que la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña, pretendía otorgar a los directores de su comuna fueron quedando paulatinamente por el camino, no sólo por la vía legislativa, sino también porque los propios jerarcas terminaron renunciando a ellos. El primero en hacerlo fue Gastón Elola, pareja de Peña y director de Vialidad y de la División Arquitectura, mediante una carta que le presentó a la intendenta el 17 de enero. Un camino similar eligieron varios directores de la administración de Peña, en una misiva que dieron a conocer el miércoles. Jorge Ferreira, director de Jurídica de la comuna, leyó públicamente la carta, que decía que “el debate debió entablarse desde un punto de vista estrictamente objetivo”, y “debió haberse encauzado a discutir cuál fue la mejor forma de organizar la administración, según las necesidades y cometidos de la intendencia, estableciéndose los escalafones y sus justas remuneraciones, independientemente de las personas que ocupen los cargos”. No obstante, la carta argumentaba que por el hecho de haber tenido la “distinción” de haber sido llamados al “desempeño de la función pública y hacerlo desde el escalafón de particular confianza”, estos jerarcas fueron “acusados por algunas personas de pretender obtener un beneficio ilegítimo y contrario a la ética pública”. Por eso, los directores decidieron renunciar a los incrementos salariales.