“No sé si pondremos un ascensor o bajaremos nosotros”. Así imaginó, en diálogo con la diaria, un integrante del Honorable Directorio del Partido Nacional (PN) el encuentro que el Ejecutivo nacionalista decidió fijar ayer con el senador Jorge Larrañaga, líder de Alianza Nacional (AN). La alusión refiere a la noche del 1º de junio de 2014, cuando el legislador sanducero dijo, tras su derrota en las elecciones internas, que subiría las escaleras de la sede nacionalista por “última vez” para saludar a quien lo derrotó en esa oportunidad, Luis Lacalle Pou.

La actitud de Larrañaga con respecto al Directorio, no obstante, cambió recientemente. A mediados de enero, el senador dirigió una carta a ese organismo en la que compartía su ya conocida propuesta de producir una agenda programática común de la oposición. “Debemos ambientar un gran proyecto alternativo y superador, que armonice las identidades y matices entre ‘las oposiciones’ sobre la base de una Agenda Para el Progreso, una conciliación programática que luego permita conformar mayorías parlamentarias para un próximo gobierno”, escribió.

En la carta también sostuvo que está “convencido” de que la sociedad espera “señales claras” que “demuestren la capacidad de conducir un nuevo tiempo para el Uruguay”, por lo que le propuso al PN liderar ese “proceso” y comenzar por la propia interna nacionalista, para luego “trasladar” la agenda al resto de la oposición.

Ayer el Directorio analizó la carta de Larrañaga y resolvió citar personalmente al senador para que profundice acerca de su propuesta. La moción fue votada por unanimidad. Desde AN explicaron la importancia de que exista un acuerdo interpartidario antes de ir a negociar acuerdos programáticos con el resto de los partidos, por lo que se espera un “trabajo interno” en el propio nacionalismo para poder alcanzar este programa común.

Durante la sesión, el Directorio también recibió una carta de la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña, quien pidió que su caso sea abordado por la Comisión de Ética del PN. El año pasado, Peña propuso, en la ampliación presupuestal, aumentos salariales para algunos de los directores de su gabinete, incluyendo a su actual pareja, Gastón Elola, por encima del incremento que recibiría el resto de los funcionarios. Pero la Junta Departamental dejó sin efectos los aumentos, tras aprobar un decreto interpretativo de la ampliación presupuestal que había sido votada. Luego Peña vetó este decreto interpretativo, pero la Junta levantó la observación de la intendenta, con un apoyo aun mayor al requerido, de tres quintos de los votos.

A pesar del pedido de Peña, el Directorio nacionalista decidió llevar el caso a la Comisión de Asuntos Políticos y no a la de Ética, ya que se concordó en que lo ocurrido no fue una falla ética. “Lo que hay son desencuentros de criterios. Es un tema de política”, dijo a la diaria el diputado Jorge Gandini (AN).

Durante el encuentro también se decidió solicitarle una entrevista a la nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Elena Martínez. “Nos pareció muy importante acercarnos a una presidenta que, en el momento que asumió, habló de los distintos problemas presupuestales. Nos parece que es algo que no se puede pasar por alto y entendimos que, como partido, teníamos que profundizar en sus propuestas para este año”, dijo la ex diputada Beatriz Argimón, que integra el Directorio.

La familia es lo primero

El intendente de Artigas, Pablo Caram, entendió que existe un “ataque político” contra su gestión, luego de que Canal 12 informara que varios de sus familiares ocupan cargos de confianza en direcciones de la comuna que él administra. Por ejemplo, su sobrina Valentina dos Santos es la directora general. Uno de sus primos, el ex diputado Rodolfo Caram, es director de Desarrollo. Otro, Manuel Caram, es asesor en Desarrollo Social. Además, su pareja, Karina Gómez, es la directora de Cultura. En declaraciones a El Observador, Caram sostuvo que, de haber existido un impedimento, no hubiese nombrado a esas personas, y explicó que el nombramiento de Rodolfo Caram es fruto de un “favor político” que le pidieron miembros de su agrupación, y que la designación de Manuel Caram se debió a una necesidad de recursos humanos. “Estaban haciendo falta en Desarrollo Social, y él es un tipo muy vinculado y muy conocido”, explicó. También dijo que Dos Santos asumió por “capacidad, inteligencia y dedicación al trabajo”. Para Caram, las denuncias son un “ataque político” contra su gestión. “La mediocridad, lamentablemente, campea. Estas cosas me molestan, y lo hacen para molestarme, porque estamos haciendo obra en Artigas como nunca antes se hizo”, sostuvo.