En una reunión en la Dirección Nacional del Trabajo (Dinatra), el sindicato de trabajadores del Molino Dolores y el síndico de la empresa, Gabriel Ferreira, firmaron un acuerdo para la etapa que se abrirá a partir del 28 de febrero, día en que se conocerá cuál de las cuatro empresas oferentes comprará el molino. Así lo informaron ayer Radio Uruguay y Agesor.

El acuerdo asegura que 80 de los cerca de 100 trabajadores mantendrán sus puestos, y los otros 20 aceptaron el despido. Según lo informado, el acuerdo logró una solución respecto de la prima por antigüedad, que era un punto fuerte de la negociación. El delegado sindical Óscar Muniz explicó a Radio Uruguay que por dos años los 80 trabajadores no cobrarán la prima por antigüedad, pero podrán computarla, lo que es una diferencia importante, dada la relevancia que tiene ese beneficio en el salario de los trabajadores de la industria molinera.

Fue hace un año que los 250 trabajadores que tenía el Molino Dolores se enteraron de que habían sido enviados al seguro de paro. El molino era propiedad de Cereoil SA, productora y exportadora de granos, pero el socio minoritario de la empresa solicitó el concurso en 2016 debido a deudas bancarias millonarias. La situación provocó que el empresario William Johnson, accionista mayoritario de Cereoil, cerrara el molino a comienzos de febrero de 2017. Desde entonces, la empresa quedó a cargo del síndico, que en abril definió la reapertura de la planta mientras se decidía cómo continuar el procedimiento legal. El 19 de diciembre la Junta de Acreedores de Molino Dolores, reunida en el Juzgado de Concurso de 1º Turno, decretó la liquidación de la empresa.