Con menos concurrencia que el año pasado, se desarrolló entre el lunes y la madrugada de ayer el Carnaval de La Pedrera. Según informó el intendente de Rocha, Aníbal Pereyra, a Telenoche, participaron “entre 8.000 y 9.000 personas”, por lo tanto “bajó la presencia de visitantes”. El jerarca destacó la implementación de varias medidas que se establecieron para esta edición, como la prohibición de la venta de espuma, que está “asociada a situaciones de violencia”, e informó que “se incautaron 2.023 tarros de espuma”, que ascienden a la suma de 10.000 dólares. También destacó que la prohibición para los comercios de “no sacar música a la calle” ni vender alcohol en barras en la vía pública “también se cumplió”. Este corso, que se lleva a cabo desde hace más de dos décadas, no cuenta con la presencia de murgas ni comparsas; consiste en un desplazamiento de la gente disfrazada por la avenida principal del balneario. En esta edición comenzó más temprano con el Carnaval de los Niños y una guerra de agua, y siguió en la forma tradicional hasta aproximadamente las 6.00 de ayer. El operativo de seguridad montado por la Policía terminó con diez detenidos, básicamente personas que fueron a cometer robos, según informó el jefe de Policía de Rocha, Claudio Pereyra, quien calificó el dispositivo de “aceptable”. Hubo cuatro personas que debieron ser atendidas por los servicios de salud. La Paloma Hoy informó que hubo comerciantes que por primera vez trabajaron “con gente adentro del local”, ya que antes “no era seguro”, y destacó la coincidencia de muchos vecinos en valorar esta edición del carnaval como “más tranquila” que las anteriores.