El 1º de junio de 2014, Jorge Larrañaga (Alianza Nacional, AN) perdió las elecciones internas del Partido Nacional (PN) frente a Luis Lacalle Pou (Todos hacia Adelante). Después de que se conocieran los resultados, Larrañaga dijo que repensaría su actividad política y dejó en duda su participación en la fórmula nacionalista. “Se terminó para mí”, aseguró, y agregó que iba a subir “por última vez” las escaleras que llevan a la sede del Honorable Directorio del PN para saludar a su contrincante. Luego, el 12 de junio de ese año, aceptó ser candidato a vicepresidente, pero señaló: “No hay en ningún lado un requisito que establezca como condición para que sea candidato a la vicepresidencia que tenga que subir las escaleras del directorio del PN”. La historia viene a cuento porque ayer el senador Larrañaga volvió a subir esas escaleras y fue recibido por el directorio para presentar un documento que busca llegar a un acuerdo programático con el resto de los partidos de oposición.

Al encuentro también asistió su viejo contrincante en las urnas y ex compañero de fórmula, Lacalle Pou. A la salida de la reunión, que duró menos de una hora y media, Larrañaga dijo, más allá de lo que pasó hace tres años y ocho meses: “Hemos subido las escaleras del directorio para trasladar un gesto de unidad del partido”. Aseguró que “este es el momento” para “hacer a un lado” las situaciones del pasado y “dar un esfuerzo más por este instrumento que se llama Partido Nacional”. “La política y los partidos son más importantes que los destinos de las personas en tanto referentes políticos. Yo dije lo que dije en un momento de dolor, por una coyuntura que es de público conocimiento, pero cualquier orgullo en ese sentido tiene que dar paso a algo superior, y eso es el partido”, afirmó.

El órgano partidario decidió trasladar el documento que presentó Larrañaga al Centro de Estudios del PN para llegar a un texto común con todos los sectores. El senador dijo que la discusión estaría pronta en 60 días y que después saldrán a “conversar con las otras colectividades políticas para enfrentar los tiempos que vendrán”. Sobre el texto final, afirmó que será un “mínimo común denominador” para trasladar al resto de la oposición.

Larrañaga también agradeció la presencia de Lacalle Pou, a quien calificó de “un referente político de enorme peso y gravitación”. De paso, reiteró su intención de ser precandidato en las elecciones internas de 2019. En tanto, el líder de Todos dijo que lo importante era el hecho de la presentación del documento y la asistencia de Larrañaga al directorio. “La última vez que nos encontramos con Jorge [Larrañaga] acá fue el 1º de junio de 2014, y dentro de 489 días nos vamos a encontrar de vuelta, veremos en qué situación”, expresó. Lacalle Pou aseguró que la iniciativa de Larrañaga “acompaña a la del senador [Pedro] Bordaberry y la del ex diputado Gonzalo Mujica de tener cuatro o cinco puntos en común, lo que no quiere decir [tener] las mismas candidaturas”. Esos puntos servirán para que “la gente vaya sabiendo claramente a qué se puede atener y cuáles son las certezas que un futuro gobierno pueda tener”. Consultado sobre la unidad interna del PN, Lacalle Pou respondió: “Mi madre [Julia Pou] siempre decía que es más noticia cuando un hombre muerde a un perro que cuando un perro muerde a un hombre, y yo entiendo que a veces la prensa tiende a singularizar algunos episodios de rispidez”. Aseguró que, como el partido es “vital”, “mucha gente quiere ser [candidato], y cuando uno quiere ser el abanderado, el que está primero en la fila, siempre hay competencia”. El líder de Todos insistió en la necesidad de llegar a tener un documento programático “que pueda abarcar más visiones de país”. “Tender puentes no significa pararse en la cabecera, significa tenderlo y caminar sobre él para encontrar otras opiniones. No significa dejar de lado lo que uno es, pero si queremos representar a más gente, tenemos que darnos cuenta de que nuestras ideas capaz que no son las únicas ni son las mejores. Por eso, la capacidad de tener la cabeza abierta y entender a los demás siempre es bienvenida, empezando por casa”, dijo.

Por su parte, el diputado Jorge Gandini (AN) coincidió en que la reunión fue “una buena señal”. “La presencia de Larrañaga tiene un simbolismo fuerte. El reencuentro con el partido y sus dirigentes es importante cuando se necesitan señales de unidad”, destacó. El legislador sostuvo que fue Lacalle Pou quien pidió poner un plazo para que la propuesta de Larrañaga “no se nos duerma”.

En tanto, la secretaria del directorio del PN, Beatriz Argimón (Todos), dijo a la diaria que había mucha expectativa sobre la asistencia de Larrañaga. Respecto de la presencia de Lacalle Pou, aseguró que se leyó como un gesto de apoyo para que el directorio avance y que sea “el eje de contacto con otros partidos”. “Todos estuvimos de acuerdo en que el Centro de Estudios se ocupe del tema”, explicó, y aseguró que se solicitará que el texto esté terminado a la brevedad, en el “plazo prudencial” de 60 días.

Encantado

El ex diputado escindido del Frente Amplio (FA) Gonzalo Mujica dijo a la diaria que no tuvo contactos con integrantes del PN, pero aseguró que va a esperar a conocer qué es lo que los nacionalistas producen. “Me parece fantástico que ellos [el PN] quieran conversar con todos los demás partidos, y si me incluyen a mí, con mucho gusto [estaré]. Vamos a dejar que ellos elaboren su producto y luego confrontaremos para ver qué es lo que tiene cada uno y si nos podemos poner de acuerdo o no”, afirmó. Sobre el documento que él elaboró, dijo que tiene cinco puntos: política económica, educación, seguridad, salud e inserción internacional, y que, además, “plantea la posibilidad de que quienes acuerden se comprometan públicamente ante la ciudadanía a llevar algunas políticas públicas en común, sea quien sea el que gane”.

El documento

Uno de los puntos del documento presentado por Jorge Larrañaga propone “modernizar” las relaciones laborales. “El paradigma sobre el cual se debe cimentar esta modernización es el de las Relaciones Laborales Colaborativas, con una nueva generación de Consejos de Salarios, en los cuales la productividad será el eje de las mejoras de salario real”. En la educación propone “incentivos económicos y no económicos para que los buenos docentes apoyen instituciones con situaciones complejas y de bajo rendimiento”.