Comienza 2018. La campaña electoral se acerca cada vez más y los actores políticos y sociales no son indiferentes a ello, menos aun en el mundo laboral. Por eso, no es casual que la postura del senador del Partido Nacional (PN) Álvaro Delgado (Todos hacia Adelante) acerca de cómo se debería “aggiornar” la Ley de Negociación Colectiva comience a generar rechazos del PIT-CNT, del oficialismo y del gobierno, aunque también parece ganarse la simpatía de algunos gremialistas de las cámaras empresariales.

El 20 de junio de 2017, Delgado sostuvo en una actividad organizada por el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT que es necesario “ser realistas en cuanto a la heterogeneidad” de la negociación. “Muchas veces vamos a tener que ir a una negociación por empresa y no por rama”, porque las empresas están “acotadas” por tamaño y por localidad, consideró.

El 20 de enero, Delgado fue entrevistado por la diaria acerca de esta postura, y dijo que habló de la negociación colectiva “por empresa” o “por zona”, “porque no es lo mismo un supermercado que está en Montevideo que un supermercado que está en Flores. Y además, porque me parece que ir generando los ámbitos empresariales va a ayudar a mejorar el relacionamiento en el mundo laboral. Es una de las variables que hay que empezar a introducir”. Según resumió, en la negociación colectiva hay mucho “para aggiornar, sobre todo, viendo otras experiencias; discutiendo instrumentos, no derechos”.

En el PIT-CNT no hay matices respecto de que esa postura implicaría en los hechos un debilitamiento del sector sindical en la negociación colectiva. Así lo tradujo Ricardo Cajigas, integrante del Secretariado Ejecutivo de la central sindical: “Estamos en contra de eso, que es una aspiración de todo el empresariado. Se trata de poder sentarse en una mesa de negociaciones con los trabajadores lo más aislados posible. Sacar los Consejos de Salarios del sector y discutir por empresa es una táctica para agarrar a trabajadores más débiles y negociar en condiciones a la baja porque están debilitados. Lo que les da fuerza a los trabajadores es su unidad, y lo que les da más poder a los sindicatos más débiles o reprimidos es estar juntos en una rama, porque los demás trabajadores se solidarizan”. Según Cajigas, el summum de esta situación fue la reforma laboral impulsada por el presidente Michel Temer en Brasil, que alienta la negociación personal en desmedro de la colectiva. El dirigente adelantó que en caso de que el PN gane e intente llevar adelante esas modificaciones de la negociación colectiva, “van a provocar un choque de trenes con el movimiento obrero”.

En tanto, otro de los integrantes del Secretariado Ejecutivo, Carlos Cachón, dijo que ese tipo de cambios “va a favorecer a los que más tienen y no a los sindicatos menores” y que “va contra la redistribución de la riqueza”, dado que la capacidad negociadora queda a merced de la “fuerza de cada sindicato en una empresa”. “Se pierde el espíritu de la negociación y la herramienta como tal”, señaló.

Diferente fue la visión que manifestó el presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, Julio Lestido: “A veces se generan problemas, porque un mismo sector puede tener empresas grandes y otras chicas con situaciones diferentes, o en algunas empresas del interior se les hace difícil cumplir con algunas obligaciones, o a veces estas en algunos lugares no tienen sentido”. Lestido ilustró sus palabras con un ejemplo: dijo que en algunos sectores se negocia el transporte hacia el lugar de trabajo, cuando en localidades del interior pequeñas el hogar del empleado está a pocas cuadras del lugar de trabajo. Consideró que “tendría más lógica” una negociación por empresa, ya que permite ver las “problemáticas” de cada sector, aunque especificó que es una propuesta que debe ser cuidadosamente trabajada.

Voces oficiales

El director nacional de Trabajo, Jorge Mesa, dijo que la propuesta de Delgado “ya ocurrió en los años 90 y se desarmaron todos los Consejos de Salarios, bajo la teoría de que iba a haber negociación exclusivamente por empresa, y en realidad asistimos a que no hubo negociación colectiva en ningún lado”. Mesa agregó que la normativa vigente permite la negociación bipartita a nivel de empresas, y sostuvo que actualmente hay muchos acuerdos que se producen de esa forma, y “muchos convenios colectivos recogidos a ese nivel”. Incluso, sostuvo que un sector puede aceptar el “descuelgue” del convenio colectivo en una empresa si se pide a nivel bipartito. “Lo que generalmente ocurre es que los convenios colectivos a nivel de empresa o abordan otros temas no salariales, o cuando abordan este tema lo hacen por encima de los mínimos exigidos por el sector”, informó.

En tanto, el diputado frenteamplista Daniel Placeres, del Movimiento de Participación Popular, dijo que “es mejor que la negociación sea por grupo”, ya que de lo contrario “sólo van a quedar los grandes”. “Además ayuda a entender el fenómeno de la cadena productiva”, puntualizó.

Matices blancos

La postura de Delgado no es exactamente la que el PN presentó en las elecciones nacionales de 2014, aunque sí tiene varias similitudes. El programa de los blancos decía simplemente que se buscaba tener en cuenta “las recomendaciones efectuadas por la Organización Internacional del Trabajo [OIT]”. Además, se pretendía llevar adelante un “nuevo marco” de negociación salarial que incorporara varios “factores”: “grado de competitividad de cada sector de actividad; heterogeneidad de las empresas involucradas; niveles de productividad; datos macroeconómicos fundamentales, como evolución del empleo y la inflación”. Por último, se daba la posibilidad de introducir “mecanismos de descuelgue de empresas específicas respecto del convenio firmado para cada rama de actividad, que puedan amparar a empresas en graves dificultades en un marco general de transparencia y garantía para todos, de modo de proteger el empleo y evitar el cierre”.

El diputado nacionalista Pablo Abdala, referente en legislación laboral de Alianza Nacional (el sector minoritario del PN), sostuvo que la posición de su sector es modificar la Ley de Negociación Colectiva en línea con las recomendaciones de la OIT: negociar las condiciones de trabajo a nivel bipartito y por empresa, y las condiciones salariales de forma tripartita y por sector. También, añadió, aspiran a “revisar un poco los subgrupos” e “introducir el concepto de productividad”. Aseguró que no tiene muchas diferencias con Delgado en materia de relaciones laborales. “Tampoco nos cerramos a que en el ámbito de los Consejos de Salarios se puedan poner otros temas arriba de la mesa”, añadió.