A pesar de que las elecciones en Italia son el 4 de marzo, el miércoles 14 de febrero arrancaron las elecciones para los ciudadanos extranjeros que viven en el exterior. Tienen hasta el 1º de marzo a las 16.00 para enviar el sobre con el sufragio a la red de cobranzas Abitab. En Italia las cámaras de Senadores y Diputados son electas por los ciudadanos mayores de 25 años, mientras que los mayores de 18 pero menores de 25 sólo eligen a diputados; sucede lo mismo en el exterior. El Parlamento italiano tiene 630 diputados y 315 senadores; 12 diputados y seis senadores son electos en el exterior y tienen las mismas potestades que el resto. A América del Sur le corresponden dos senadores y cuatro diputados. Todos los representantes electos fuera de Italia tienen las mismas potestades y obligaciones que los residentes en Italia, por lo que los del exterior deben viajar varias veces al año a Italia para estar en contacto con su electorado, pero a la vez mantener la residencia en el país en el que fueron electos. Hasta las elecciones de 2018 había un senador y dos diputados en Brasil y un senador y dos diputados en Argentina.
El sistema establece que en nuestra región se tienen que presentar como mínimo cuatro candidatos a diputados y como máximo ocho; en el caso de los senadores, como mínimo tienen que ser dos y como máximo cuatro.
Para votar hay que escribir en la papeleta el nombre del candidato electo. Como la lista es sudamericana, un votante uruguayo-italiano puede optar por un candidato residente en, por ejemplo, Argentina. Para ejercer el derecho al voto a cada persona le llega un sobre con las explicaciones de cómo se vota, con dos hojas: una para el Senado y otra para Diputados; en cada una están todos los símbolos de los partidos, a los que hay que señalar con una cruz; a su lado hay tres renglones en los que se tiene que escribir el apellido de los candidatos; después se colocan las dos hojas en un sobre blanco que va, a su vez, dentro de un sobre de manila que se debe llevar a Abitab. La red es la receptora de los votos y la encargada de hacer llegar a la embajada en cada país los sufragios; luego, las embajadas los mandan a Italia para hacer el escrutinio en conjunto con el resto de los votos.
En esta oportunidad la diaria habló con Filomena Narducci, una de las candidatas uruguayas.
Narducci explicó que “originalmente la ley [que habilita el voto en el extranjero] determinaba que las personas tenían que tener por lo menos cinco años de residencia en el exterior para poder ser candidatas, pero el año pasado se aprobó la reforma denominada Rosatellum y se introdujo un artículo que permite que italianos residentes en Italia pueden presentarse en lo que se llama la circunscripción exterior. Además, se incluyó otro artículo por el que los ciudadanos que están ocupando iguales cargos no se pueden presentar si no pasaron cinco años desde que los dejaron”. Dicho de otra manera: un parlamentario uruguayo no puede ser candidato en Italia si no pasaron cinco años desde que dejó el cargo.
Para Narducci la reforma “es una barbaridad”, porque no refleja la filosofía de la ley de 2001, que se creó “para que los ciudadanos italianos residentes en el exterior tuvieran su representación en el Parlamento”. “Lo que manejamos es que se realizó esta reforma para que algunas personas que en Italia ya no tenían cabida en las listas pudieran ser recicladas en el exterior”, afirmó. Narducci aseguró que la idea era que “la representación de 18 no variase aunque fueran cinco o 15 millones los que votaban fuera de Italia. De otra manera, se trastocaría la política del país”.
Narducci es candidata a la Cámara de Diputados por la lista Liberi e Uguali, que lleva a Pietro Basso como candidato a primer ministro. “Es una formación de izquierda reciente, propone al actual presidente del Senado como primer ministro”, explicó.
Sobre la representación femenina en las listas del exterior, la candidata dijo que “es aconsejable que se mantenga un número considerable de mujeres y de jóvenes. En casi todas las listas, si bien no se llega al 50-50, la representación femenina es importante”.
La candidata dijo que Liberi e Uguali busca que “Italia vuelva a tener la esperanza en una democracia y en que el país sea más justo. En ese marco, entendemos que las políticas para los ciudadanos italianos en el exterior van a mejorar nuestros derechos. En América del Sur uno de los problemas que tenemos es la situación consular”. Aseguró que en Uruguay la cancillería no tiene la estructura suficiente para la cantidad de personas que hay. “Cuando había 42.000 italianos había 13 funcionarios; hoy, con 120.000, la cantidad de funcionarios es la misma”.
Narducci aseguró que es difícil hacer campaña en la región si no se tiene dinero; ella basará la suya en el boca a boca y en su militancia en la colectividad de Argentina, Brasil y Uruguay, pero dijo que hay una candidata de Brasil que está mandando propaganda a los componentes del padrón electoral de Uruguay.