La metáfora del ingeniero agrónomo Eduardo Blasina prendió entre los legisladores de la oposición. La referencia a las “mochilas” que debe cargar el agro fue constante ayer en la Cámara de Diputados, que discutió y dio sanción definitiva a la ley que crea un fondo para el sector lechero y a la ley que exonera del IVA en el gasoil a los pequeños productores hortifrutícolas, lecheros y arroceros.
El diputado frenteamplista Alfredo Asti destacó que la rebaja del gasoil, que será de 18% y entrará en vigencia el 1° de marzo, permitirá “mejorar sensiblemente los costos y la competitividad”. Por otra parte, remarcó que los gobiernos frenteamplistas han tomado medidas de carácter general que “han posibilitado el crecimiento del agro en estos años”. Mencionó como ejemplo la promoción de las inversiones, la apertura y diversificación de mercados –“aunque somos conscientes de que debemos seguir trabajando en acuerdos para la baja de los aranceles”, acotó–, la descentralización y regionalización de la educación terciaria, y la aprobación de la Ley de Riego. “No es que el gobierno se haya olvidado del agro, sino todo lo contrario”, concluyó.
Las medidas de apoyo al sector agropecuario se votaron casi por unanimidad (ver recuadro), pero la oposición no dejó pasar la oportunidad de cuestionar el enfoque global del Frente Amplio (FA) sobre las políticas productivas y el rol del Estado.
El diputado nacionalista Gustavo Penadés se quejó de que “una vez más” el Estado tiene que actuar “de bombero” aprobando medidas paliativas, cuando debería generar políticas de mediano y largo plazo de apoyo al sector. “Son medidas absolutamente paliativas, insuficientes y, además, cortoplacistas”, cuestionó.
Penadés interpretó que hay una sensación de “no damos más” en la población, en particular en el sector productivo. Sostuvo que el problema es el modelo del FA, que a su entender considera que para financiar al Estado debe recurrir sistemáticamente al aumento de la presión fiscal, al incremento de las tarifas públicas y al endeudamiento, sumado a que se han “dilapidado miles de millones de dólares en pésimas gestiones”.
El nacionalista Omar Lafluf aseguró que el gobierno no asume que Uruguay es un país agroindustrial y que además “no le cree al sector agropecuario”. “Enseguida los califica de oligarcas o de que trabajan para la derecha”, cuestionó. Consideró que el gobierno deslegitimó a las gremiales rurales al no escuchar sus planteos, y criticó el proceso de concentración de la tierra y la producción que se produjo en los gobiernos del FA.
Por su parte, el nacionalista Alejo Umpiérrez afirmó que los proyectos considerados “no son para los productores, son para la tribuna”. “Le están mintiendo a la gente; esto no soluciona ni ayuda en nada”, sentenció.
A su turno, el diputado colorado Conrado Rodríguez dijo que el problema de fondo son los costos de producción, que “no permiten competir”. Recordó que el gobierno de Jorge Batlle bajó el gasoil y exoneró al sector agropecuario de la contribución inmobiliaria rural y de los aportes patronales. También recordó que el Partido Colorado presentó en las discusiones de las rendiciones de cuentas una propuesta para prohibir por cinco años el llenado de vacantes en la administración central.
El también colorado Ope Pasquet dijo que los productores no deben esperar “grandes medidas” del gobierno, porque la crisis del sector agropecuario se produjo por una política general de las administraciones frenteamplistas, que postula que “gobernar es gastar”. De todos modos, Pasquet rechazó algunos discursos de productores autoconvocados que apuntan al “que se vayan todos”. Dijo que los productores tienen todo el derecho de reclamar, pero que hay que pensar “cómo se canaliza eso democráticamente”, porque de lo contrario se afecta la institucionalidad.
Por su parte, el diputado de Unidad Popular, Eduardo Rubio, evaluó que los proyectos “apuntan en un sentido positivo”, pero son una “muy pequeña señal para un problema que es de fondo”. Consideró que debería cambiarse el actual modelo, al que calificó de “neoliberal al servicio del sistema financiero y del agronegocio”. Se preguntó también de qué sirve el grado inversor si cada vez hay menos productores.
Gasoil en números
Varios legisladores cuestionaron los costos del gasoil en Uruguay en relación con la región. El diputado del Partido Independiente Iván Posada aseguró que hasta 2006 el gasoil estuvo a paridad de la importación.
El nacionalista Mario Ayala complementó señalando que hoy el gasoil está 35% por arriba de la paridad de importación. La diputada frenteamplista Lilián Galán hizo una comparación del precio del gasoil con los salarios reales y con el Índice de Precios al Consumo (IPC). Sostuvo que, a diferencia de lo que sucedió en los gobiernos de los partidos que ahora están en la oposición, durante los gobiernos del FA el IPC aumentó por encima del incremento del precio de los combustibles. Remarcó que si se toma en cuenta la evolución del salario real, se registra que el salario aumentó el doble del aumento promedio de los combustibles. “¿A esto llaman ‘tarifazo’?”, inquirió. “Por favor, cuando hablemos de la ineficiencia de las empresas públicas, miremos lo que dicen los números, porque si no, estamos diciendo cosas que no son veraces”, añadió. Sostuvo que el modelo de “achique del Estado” fue el de la crisis de 2002, pero “no es el modelo del FA”.
El frenteamplista Gonzalo Civila valoró que algunos productores y gremiales “intentan desplegar un conflicto de poder en la sociedad uruguaya” y pretenden aglutinar a pequeños y medianos productores “detrás de una concepción que sustentan los grandes”. “Con los pequeños y medianos [productores], estamos. Con lo que no estamos es con el programa que se ha levantado en algunas de las plataformas y discursos”, manifestó.
El diputado oficialista Saúl Aristimuño cuestionó a la oposición porque votó a favor de los proyectos pero sin hablar de ellos. “Los votan pero no quieren decir que son buenos, dicen que son migajas”, criticó. Consideró que el proyecto del fondo lechero, al destinar un monto no sólo para solucionar los problemas de endeudamiento, sino para iniciativas de largo plazo, “resuelve problemas actuales pero soluciona también problemas a futuro”, y concluyó que las medidas adoptadas “expresan la sensibilidad de nuestro gobierno hacia la población”.
La Cámara de Diputados aprobó los dos proyectos y también una declaración para expresar la voluntad del cuerpo de destinar el dinero del fondo al sector lechero, y no a otros fines.
El voto en contra
El diputado de Alianza Nacional Edmundo Roselli fue el único legislador que votó en contra de los proyectos. Dijo que es productor igual que su padre, y que los dueños del campo y los trabajadores rurales tienen “una relación muy intensa”, que almuerzan y cenan juntos. “No sólo el campo dice basta, el país dice basta”, sostuvo y agregó que “el campo está lleno de impuestos”. Opinó que el sistema político “no es creíble” y que “este no es el Uruguay productivo”, pero no profundizó en las razones de su decisión.