Hay un deporte sumamente popular en Estados Unidos que mueve mucho dinero. Una modalidad de fútbol, aunque nada parecido al que conocemos, que nuclea un mercado muy amplio que mantiene en vilo a un país de 323 millones de habitantes. Un deporte apenas conocido en nuestro país, que comenzó a disputarse entre unos pocos en la zona del Buceo en 1997, y que hoy tiene una liga de cinco equipos en mayores, la misma cantidad en sub 19. Esta modalidad es el típico deporte que vemos por televisión de casualidad, con mucho contacto, y con amplias variantes.

Pero este juego también tiene su opción en playa. Este fin de semana se disputó el segundo torneo de la versión flag en el estadio Arenas del Plata en tres categorías. A nivel femenino participaron Lobas y Warriors, las últimas se coronaron campeonas tras ganar los dos partidos al mejor de tres juegos. En sub 19 jugó Spartans, Emperadores, GB y Troyanos. El campeón fue Emperadores, que venció 31-18 a Troyanos. A nivel de mayores se presentaron ocho equipos: Spartans, Asesinos del Sabor, Highlanders, Troyanos A, Troyanos B, Druidas, Orcos y Emperadores. El campeón fue Druidas, que se impuso 33-12 a Orcos en la final.

La Liga Uruguaya de Football Americano organizó este campeonato que se caracteriza, a diferencia de la versión en campo, por no tener contacto, excepto por algún roce típico. Se juega en dos tiempos de 20 minutos, con un intervalo y con dos tiempos “muertos”. Cada equipo se arma con cinco jugadores, cambios ilimitados, y el objetivo es avanzar en zonas, o yardas, para sumar puntos. Cuando un jugador recibe un pase en zona de marcación, marca un touchdown, que suma seis puntos. Luego se puede sumar punto extra de uno o dos puntos.

En cada ofensiva un equipo tiene hasta cuatro posesiones, superada esa tenencia de balón pierde la posesión y pasa a defender. La estrategia del mariscal de campo, mientras sus compañeros se mueven, es meter pases profundos para que su equipo pueda ir avanzando. Cada jugada de ataque tiene hasta 30 segundos de posesión. La forma de la defensa de cortar esa ofensiva es robando la pelota o quitando un flag, o cuerda, que los jugadores llevan colgados en esta versión de playa (esa es la forma de contacto lícito). Las sanciones implican castigos de advertencias, expulsiones o avance y retroceso de yardas.

Alejandro Mironde, coordinador de este deporte en la modalidad flag, cree que desde la playa se aporta otra dinámica del juego. “Estamos acostumbrados a jugar el tacle. Jugar en la arena es un poco pesado y se hace más lento, pero a la vez más rápido porque los jugadores se arriesgan más”. Este deporte cada año suma más adeptos en Uruguay, donde incluso la selección es relativamente fuerte en la región (detrás de Brasil y Argentina), y su coordinador cree que el boca a boca es fundamental. “El uruguayo es muy vago, por ejemplo el fútbol es muy fácil de enseñar. El fútbol americano tiene muchas reglas que no se aprenden en su totalidad tan rápido. Lo lindo de este deporte es que todos los días y en todos los entrenamientos estás sumando cosas nuevas. Es un deporte muy estratégico, brinda mucho compañerismo y mucha bondad hacia el otro”.

Fotos: Alessandro Maradei.