El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, cree que “existe margen” para lograr avances en al menos dos de los cuatro puntos que plantean los sindicatos policiales, entre los que se encuentra la posibilidad de cambios en el régimen de custodias para testigos protegidos y víctimas de violencia doméstica. Sobre legítima defensa, no es partidario de flexibilizar el uso del arma, pero sí de integrar “un arma intermedia” para que la progresividad no siga pasando “de nada al arma de reglamento”.

El viernes, durante una visita a Florida, Bonomi recibió una carta entregada por representantes del Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU), el Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) y el Sindicato Policial de Maldonado, con los que incluso mantuvo una breve reunión. Los sindicatos, que sesionarán en asamblea mañana martes, pretenden llegar a esa instancia con un avance en la negociación por los cuatro puntos: legítima defensa presunta, custodia de víctimas con medidas cautelares, derogación del artículo de la ley que prohíbe a los efectivos policiales ser contratados por privados para tareas de seguridad y el pago de la nocturnidad.

“Buscamos la posibilidad de algún acuerdo en torno a estos cuatro temas que para nosotros son centrales, porque tienen que ver con mejorar las condiciones de trabajo, la integridad física y el respaldo jurídico para nuestros compañeros”, explicó la presidenta del Sifpom, Patricia Rodríguez. Dijo que el régimen de custodias “se tiene que modificar”. “El lunes tenemos que salir de la reunión con una modificación al respecto. Si bien estamos de acuerdo con un resguardo para las víctimas, el funcionario policial no puede ser usado como tobillera”, agregó.

Acerca de la legítima defensa, Luis Clavijo, del SUPU, señaló que lo que se pretende es “una reforma para dar más garantías al policía”. “En países del primer mundo el policía puede repeler una agresión presuntamente letal. En este país, lamentablemente el policía puede disparar después que le dispararon. Hay varios proyectos de ley que queremos reflotar, buscando el mejor”. Ante la consulta de si descartan la posibilidad de ir a una huelga, Rodríguez dijo que “no se descarta ni se anuncia nada”.

Algo

Bonomi dijo a la diaria que cree que “hay margen” para avanzar en algunos de los puntos. Mostró mayor permeabilidad en el de las custodias. “No se puede utilizar la tobillera como receta universal. Hay que analizar la situación de riesgo. La tobillera sirve si realmente la mujer se siente víctima, porque si la mujer a veces recurre a la protección y otras veces deja arriba de la mesa el dispositivo que complementa la tobillera y se va a encontrar con el agresor, entonces no sirve. Y eso ha pasado. Como también ha pasado que una mujer se ha ido por el fondo de la casa, a escondidas, a espaldas de la protección, porque se iba a encontrar con una pareja circunstancial. Y tampoco sirve que la mujer quiera ir a bailar y tenga que ir con ella un custodia y ponerse a mirar cómo baila. Tiene razón el sindicato en cuanto a que eso no está bien. Hay que establecer hipótesis de riesgo, y de acuerdo al riesgo ver si sirve la tobillera, o evaluar la posibilidad de si sirve un custodia, o si lo que se necesita es sacar a la mujer de la casa y ponerla en una casa de protección diferente”, sostuvo.

El ministro entiende que sería oportuno establecer “un protocolo de comportamiento de la víctima, ya sea en casos de violencia doméstica o si se trata de un testigo protegido, ante la situación de tener custodia: qué puede hacer y qué no puede hacer”, señaló.

En cuanto a la legítima defensa, subrayó que no es “proclive a una ley que flexibilice el uso de armas y que, por lo tanto, proteja cuando no cumple con los criterios de progresividad, pero sí entendemos que hay situaciones en las que se debe tener un arma intermedia. No se puede pasar de la nada al uso del arma de reglamento. Debe haber un arma intermedia que contenga de otra manera al agresor, y si el agresor persiste entonces sí, con los criterios de la progresividad, llegará al arma de reglamento”. “No sé si decimos exactamente lo mismo, pero tenemos una sensibilidad común”, agregó.

Sobre nocturnidad, indicó que “hay un convenio ya escrito, que contempla los reclamos” y que “está prácticamente acordado”. “Hay un solo punto que está en discordia, que es el de la retroactividad, pero el sindicato está dispuesto a firmarlo [al convenio] dejando ese punto en suspenso y seguir discutiendo después”.

“No corresponde”

Para el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en el caso de un conflicto con los sindicatos policiales lo que cabe es “negociación”, pero no una huelga. Luego de que se supiera que algunos gremios policiales evalúan hacer una huelga por falta de garantías en su trabajo, Bonomi dijo a la diaria que cuando él era ministro de Trabajo y Seguridad Social conocía tres criterios que subsistían en la Organización Internacional del Trabajo acerca de los sindicatos policiales. “Uno era el de la prohibición del sindicato, otro era el de la autorización y el tercero, que es el predominante y el que tomamos nosotros, que es que puede haber sindicato pero no puede haber huelga”. “Ahora aparece el criterio de la huelga. Vi en televisión que dirigentes sindicales decían que la huelga no se avisa. Está bien, no se avisa, pero lo que digo yo es que no corresponde la huelga, sino que corresponde la negociación con una serie de cosas y una mayor seriedad en el tema”, sostuvo.