Mientras los principales líderes del Partido Nacional (PN) y el ex diputado Gonzalo Mujica insisten acerca de la importancia de un acuerdo programático de la oposición, entre los colorados hay quienes quieren ir mucho más allá, con un acuerdo electoral en escala nacional, pero enfrentan duras resistencias internas.
El lunes 19, el ex diputado colorado Miguel Manzi, decidido impulsor en su momento del Partido de la Concertación (PdlC), opinó desde el semanario Opinar que entre los colorados batllistas hay quienes se engañan al pensar que, si ellos predominaran en el partido, recibirían el voto de muchos frenteamplistas desencantados. Según Manzi, eso puede ocurrir en la primera vuelta de octubre, pero no se aplica a un balotaje en el que “los ciudadanos de talante batllista” volverían a “sucumbir ante el llamado de la ‘batllidad’, que hace tres elecciones encarna en el candidato del Frente Amplio mejor que en el candidato contendor (que también para las próximas, según cualquier perspectiva razonable, será del PN)”, y el actual oficialismo volverá a ganar.
El ex diputado se preguntó cómo “conjurar la ominosa perspectiva de un cuarto gobierno frenteamplista”, y se respondió que “los blancos solitos no pueden; el balotaje solito, probado está, tampoco; [y] un abrazo a las apuradas en octubre, tampoco”. Luego agregó que “un acuerdo programático” le parece “insuficiente”, y que es mejor añadirle “un compromiso político de gobernar en coalición”, pero que aun mejor, e indispensable, es formar una coalición para ganar las elecciones.
Ayer, en el mismo semanario, le respondió el politólogo Carlos Fedele, del sector de Fernando Amado, quien recordó con ironía que antes Manzi “preconizó con ahínco la Concertación en Montevideo, ese formidable éxito político sin precedentes que dejó al Partido Colorado sin ediles, catapultó a un candidato [Edgardo Novick] de la nada a ser un competidor por el voto colorado y robusteció con caracteres indelebles nuestra inclinación hacia los blancos”.
“Debajo de aquella piedra –según Fedele– había un crustáceo del tamaño de Moby Dick”: la propuesta de un PdlC con los blancos en escala nacional, que ahora se explicita. El politólogo afirma que para Manzi es preferible que el Partido Colorado no intente crecer recuperando batllistas, porque eso podría “entorpecer la hipótesis de convertirse en socio (minoritario, ladero o ‘cretino útil’ [...] de un eventual próximo gobierno de coalición con el Partido Nacional”. También agrega que no quiere “sugerir intereses subalternos a la intención de que el coloradismo acceda [...] a algunas posiciones de gobierno, pese a que quede reducido en su caudal electoral”, pero considera que la propuesta “sacrifica al Partido Colorado, va en contra de sus intereses en tanto colectividad política con identidad propia y por tanto puede ser perfectamente tipificada de antipartido”. A Manzi le agradece “su franqueza y transparencia”, pero agrega que queda “clara su vocación de sepulturero”.