Ante las diversas críticas que suscitó el convenio entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y McDonald’s, en el marco de la Ley de Empleo Juvenil (por parte de Fernanda Aguirre, secretaria general del Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay, y de los diputados frenteamplistas Luis Puig y Gerardo Núñez), la diaria se contactó con Silvina Seiguer, directora de Comunicaciones para América Latina de Arcos Dorados (la empresa que maneja la concesión regional de McDonald’s), para conocer su opinión.
Seiguer señaló que “cada uno puede tener distintos puntos de vista e interpretaciones” sobre este tipo de iniciativas, pero aseguró que la intención de la empresa al firmar el convenio fue “contribuir con la contratación de jóvenes en estado de vulnerabilidad social, con el objetivo de darles una oportunidad de insertarse laboralmente en un primer empleo formal”.
“Arcos Dorados cumple con toda la normativa vigente y provee de trabajo formal a jóvenes de un sector de la sociedad que tiene dificultades para contar con una oportunidad”, aseveró Seiguer. Además, negó que la empresa obligue a sus trabajadores “a comer hamburguesas todos los días”, como dijo Aguirre en declaraciones publicadas por el portal del PIT-CNT. “Los empleados pueden comer lo que quieran del menú que ofrecemos. Tenemos hamburguesas pero también ensaladas y wraps, entre otras cosas”, aseguró. Por último, consultada sobre los dichos de Puig y Núñez, integrantes de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, acerca de que la firma no respeta la organización sindical, se limitó a contestar: “Esto es todo lo que tengo para decir”.
Un ex empleado de McDonald’s, que empezó a trabajar allí a los 18 años y permaneció un lustro en la empresa, dijo a la diaria que ser empleado de la famosa cadena de comida rápida deja una experiencia “salada” en relación a “cómo hacer que el tiempo rinda y al trabajo en escala”. No obstante, sobre el tema de la organización sindical señaló que una vez entró al trabajo con unos volantes de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios y el encargado le preguntó qué hacía con eso en la mano. Después, el joven participó en un escrache al Centro Militar y salió en la tapa de El Observador. “Llegué a trabajar, el encargado del local me tiró el diario y me dijo: ‘Estás marcando, tenés que tener cuidado’. Eso fue un mes antes de que me echaran”, contó el ex empleado, y agregó que si bien es cierto que en el comedor de la empresa sólo se permite consumir el menú del local, de vez en cuando se hacen excepciones –a veces con una receta médica que indique alguna comida particular–. Por ejemplo, un empleado que hacía natación de alto nivel tenía permitido “llevar un tupper con arroz”.
Por otro lado, la diaria también consultó a Eduardo Pereyra, director nacional de Empleo del MTSS, quien señaló que el acuerdo entre el Ejecutivo y McDonald’s hizo ruido por “el nombre de la empresa”, pero que “hay que mirar objetivamente” la situación. Dijo que se han hecho acuerdos con muchas empresas bajo la Ley de Empleo Juvenil, que más de 3.000 jóvenes han ingresado al mercado de trabajo mediante esa herramienta, y que desde el MTSS se procura que sean contratados con “todos los derechos en materia de seguridad social y de salario”. “Nosotros no hemos corroborado que haya pasado nada que indique que McDonald’s no pueda estar entre esas empresas [con las que se hacen acuerdos]. Es una práctica que se hace en el marco de la ley, y da la posibilidad de que muchos jóvenes en situación de vulnerabilidad social puedan tener una experiencia laboral”, indicó Pereyra.
Además, el jerarca destacó que antes de realizar los acuerdos el MTSS chequea, por medio de una plataforma informática, que la empresa “no esté en conflicto, que se respete el laudo y que se haga con un contrato que garantice condiciones de trabajo decente”. “Chequeamos que se respeten las condiciones salariales que tiene el sector, en el marco de los procesos de negociación colectiva. En Uruguay, más allá de que hay un nivel muy alto de agremiación, hay muchas empresas que no tienen sindicato. Pero no miramos empresa por empresa. A veces miramos por la rama de actividad, y básicamente controlamos que se cumpla con los laudos”, finalizó Pereyra.