“No es lo mismo que cuando entreverás yerba con tilo. No son los mismos cuidados ni las mismas prácticas de manufactura que se deben mantener, porque trabajamos con cannabis, que tiene distintas características”, señaló a la diaria Susana Tchekmeyan, la química farmacéutica que está trabajando en el proceso de elaboración de la yerba con cannabis no psicoactivo de la marca Cosentina, que hace un año espera la habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP) para ser lanzada al mercado. Pero cada vez falta menos para que el producto esté en las góndolas, ya que, según supo la diaria por fuentes de la Junta Nacional de Drogas, el MSP publicaría esta semana la resolución definitiva. El texto establecerá, básicamente, que la yerba mate con agregado de cannabis de uso no psicoactivo será registrada por el Departamento de Medicamentos como “especialidad vegetal” y que en la etiqueta del producto se deberá indicar que la yerba contiene agregado de cannabis de uso no psicoactivo (cáñamo), sin efectos terapéuticos.

Tchekmeyan explicó que la empresa está esperando que se publique la resolución para que, luego de registrada la yerba, se empiece a producir. No obstante, indicó que se produjeron “lotes pilotos” como parte de la investigación previa inherente a la presentación de cualquier producto, para establecer una composición adecuada y que sea posible su estudio. La química subrayó que la yerba tendrá solamente CBD (el compuesto no psicoactivo del cannabis) y que, en caso de que contenga THC (el compuesto psicoactivo), sería con un porcentaje menor a 1%, como señala el decreto 46/015, que reglamenta la Ley de Regulación y Control del Cannabis (19.172), que establece que se entiende por cannabis no psicoactivo “a las plantas o piezas de la planta de los géneros cannabis, las hojas y las puntas floridas, que no contengan más de 1% de THC en su peso, incluyendo los derivados de tales plantas y piezas de las plantas”.

La química subrayó que detrás del producto hay “todo un trabajo técnico y profesional”, con diversos controles, y destacó sobre todo que en la mezcla “no se pone un cacho de cannabis molido”, sino que se hace una cuidadosa selección. Además, señaló que desde que comenzó el proyecto de la yerba con cannabis, la empresa está dando cursos de capacitación al personal de su planta.

Si tuviera que resaltar las dos características principales de la novel yerba, Tchekmeyan eligió “el sabor y el aroma”. “Pero también hay una parte subjetiva, de la persona. Es como cuando comemos un helado de frutilla: no todos lo sentimos igual, por las papilas gustativas, por ejemplo. En este caso, el sistema endocannabinoide de dos personas puede ser distinto, por lo tanto pueden tener sensaciones diferentes. Cada persona le va a sentir un gusto y un aroma diferente, pero levemente, porque es yerba con un toque de cannabis”, explicó la especialista, y puso énfasis en que no tendrá efecto psicoactivo: de lo contrario, “no podría estar en la categoría de medicamentos”.

Tchekmeyan agregó que buscaron elaborar un producto “innovador” y que además creen “en todos los efectos que produce el CBD”, que se conversó con “muchos médicos, tanto a nivel nacional como internacional”. “Este producto podríamos asimilarlo más o menos a una ‘homeopatía’, porque la cantidad de CBD que se puede ingerir en un determinado período en que se toma yerba con cannabis podría ser similar a la que ingerirías en un cannabis medicinal”, agregó la química, quien por último subrayó que tiene “muchas esperanzas” en que a partir de la resolución del MSP “se empiece a abrir una puerta muy importante de trabajo”.