La Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos emitió un comunicado ayer en el que informó que renunció al Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia (GTVJ), el organismo autónomo e independiente conformado en mayo de 2015 por el presidente Tabaré Vázquez que, según su decreto de creación, tiene como “propósito esencial” investigar los crímenes de lesa humanidad en el marco de la “actuación ilegítima del Estado y el terrorismo de Estado”, entre el 13 de junio de 1968 y el 28 de febrero de 1985.
El comunicado de Familiares consigna que integra el GTVJ desde que fue creado, “con la intención expresa de avanzar en la investigación sobre lo sucedido en dictadura; aportar más documentación a los juicios; obtener nuevos archivos de la represión; buscar a los desaparecidos; mejorar las leyes reparatorias y los trabajos por Memoria”. Resaltó la “voluntad manifiesta” del GTVJ por superar las dificultades del “diseño institucional”, su compromiso con el tema y “el claro mensaje que dio al apoyar la interpretación amplia del acceso a la información”. No obstante, indicó que, como contrapartida, el trabajo “se desarrolló con una gran lentitud determinada por la misma heterogeneidad de su conformación” y por las estructuras del GTVJ y la Secretaría de Derechos Humanos para el pasado reciente (que, según el decreto, constituye el “soporte funcional y administrativo” del GTVJ), “que nunca lograron acompasarse del todo”. “A esto se suma la inmensa cantidad de temas que les encomendó el decreto y la maquinaria burocrática del Estado siempre lenta para ejecutar incluso las resoluciones tomadas”, agrega el comunicado.
Familiares destaca que “el más importante de los logros” fue la orden presidencial de acceso a los archivos en dependencias militares. No obstante, indica que “también fue difícil de efectivizar por la tardanza en contratar equipos de trabajo”. “Sólo se concretaron cuatro contratos luego de cinco meses de trabajo honorario en el archivo del [Cuerpo de Fusileros Navales] FUSNA. El material al que se tuvo acceso demostró la relatividad de los archivos estudiados, ya que técnicamente –salvo el de la DNII [Dirección Nacional de Información e Inteligencia]– no eran tales. Toda la documentación a la que accedimos es parcial, está desorganizada y son evidentes los faltantes”, expresa el comunicado. Luego agrega: “Por lo tanto, ese inmenso y persistente trabajo de pedir y esperar no se ha visto plasmado en información real y de calidad, en el acceso a fuentes reales de inteligencia militar, lo que terminó por no aportar datos relevantes en la búsqueda de nuestros desaparecidos. Esto reafirma una vez más lo lejos que estamos de romper las barreras levantadas por la institución militar, la cual colabora abiertamente con la impunidad retardando los avances democráticos”.
Por lo tanto, Familiares entiende que “el principal obstáculo” en la búsqueda de los desaparecidos y de verdad y justicia “ha sido y sigue siendo la falta de decisión política” con respecto a las Fuerzas Armadas, ya que “no se ha querido presionar a los militares” para que aporten información ni se han enviado “mensajes contundentes a la institución militar sobre cuál sería el único camino para superar eso que llaman ‘carga del pasado’”. “La esperanza en los resultados que podría aportar el GTVJ se fue debilitando con el paso del tiempo. A esto se suma el entredicho con el Comandante en Jefe del Ejército [Guido Manini Ríos], que aportó datos falsos sobre enterramientos, hecho que una vez más no tuvo consecuencias”, agregó Familiares.
la diaria se comunicó con la diputada Macarena Gelman, una de las integrantes del GTVJ, quien señaló que la renuncia de Familiares no los toma por sorpresa porque “se venía conversando”. Agregó que todavía no tuvieron tiempo de evaluar la situación porque recién tomaron contacto con el contenido del comunicado, pero indicó que esos temas siempre estaban presentes en las discusiones. Señaló que puede tener diferencias con algunos puntos del comunicado, pero hay “muchas cosas” que comparte, por ejemplo, “que los resultados son magros”. Gelman afirmó que el desafío más grande del GTVJ es “la articulación entre las distintas áreas”, que “siempre fue difícil”. “Esa lucha viene desde mucho tiempo atrás. Creo que, sin lugar a dudas, todos compartimos la necesidad de avanzar y de que esto tenga un ritmo mucho más intenso. Yo siempre insisto en que hay que trabajar con una planificación distinta. Cuando hay problemas en el acceso a la información, estos deben ser rápidamente indicados para buscar corregirlos”, dijo, aunque prefirió no entrar en detalles sobre el funcionamiento de GTVJ, porque piensa que en este momento no aportan. “Pero en realidad coincido en que muchas veces hay dificultades en el acceso a determinadas fuentes y que por supuesto eso requiere un mensaje claro de parte de quienes están a cargo”, agregó.
Por último, Gelman señaló que la clave de los avances en la búsqueda de restos de desaparecidos es la investigación, y que “estar excavando no es indicio de estar avanzando”. “El desafío, que efectivamente creo que no se ha logrado, es realizar de manera adecuada la investigación previa, que no es solamente el análisis de la documentación, y que requiere de otra infraestructura y otros equipos”, indicó la diputada.