Cuatro liceos de Montevideo comenzarán las clases el viernes 9, ya que debido a problemas informáticos “está demorada la llegada de información de los estudiantes destinados a dichos centros”. Se trata de los liceos Bauzá, el 9, el 36 Instituto Batlle y Ordóñez (IBO) y el 61. La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, consideró ayer, luego del Consejo de Ministros, que el inicio de clases fue “satisfactorio”. Muñoz se refirió a las críticas que han surgido por parte de los gremios docentes, tanto de la Asociación de Docentes de Educación Secundaria de Montevideo, que consideró “caótico” el comienzo de clases, como de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), que insistieron en que el inicio de clases fue “virtual”. La ministra aseguró que “no descarta” la declaración del gremio de docentes, pero manifestó su diferencia: “Si de 2.763 locales han tenido dificultades cuatro, entiendo que ‘caótico’ no se puede decir”, afirmó.
Otra de las situaciones cuestionadas es la del liceo 2 de Florida, donde, según explicó el Consejo de Educación Secundaria (CES), hubo un “desequilibrio” en el armado de los grupos, y los terceros años del turno matutino quedaron con 34 alumnos asignados mientras que los del vespertino tienen 26. El CES informó que frente a la negativa de las familias a aceptar que algunos estudiantes pasen al turno vespertino, no se abrirán nuevos grupos hasta tanto no se cubran los lugares disponibles en el turno vespertino y en el liceo 3, donde también hay cupos.
Ayer Fenapes y el CES tuvieron una reunión bipartita en la que se analizó el comienzo de clases y las dificultades denunciadas por el gremio. A la salida de la reunión, Marcel Slamovitz, presidente de Fenapes, señaló a Radio Uruguay que resolvieron crear una comisión de estudio bipartita para monitorear los problemas denunciados por los profesores. Agregó que al día de hoy todavía siguen las inscripciones de alumnos, “desde Bella Unión a Montevideo”, y que espera que “existan los recursos” para que “cualquier hijo de trabajador” que quiera asistir a la educación pública “lo pueda hacer”. “Hoy estamos monitoreando la situación. Lo que pasa es que los liceos están abiertos, no hay medidas de lucha en este momento. El problema es si realmente hay clases. Eso lo tienen que contar los padres. En algunos lugares no hay clases porque siguen las inscripciones, y en otros hay grupos superpoblados. Vamos a ver si existen los recursos presupuestales para crear grupos”, finalizó Slamovitz.