La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, y la directora de los Centros MEC, Glenda Rondán, concurrieron el miércoles a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados a explicar por qué Rondán fue contratada como adscripta de la ministra. La diputada nacionalista Graciela Bianchi fue la que cuestionó el vínculo y anunció, el 1º de febrero, la convocatoria “de forma inmediata y urgente” a la ministra, ya que, según escribió en Twitter, ese nombramiento se producía “acumulando el cargo de directora de Centros MEC”.

Bianchi comenzó diciendo que ella no había hablado de la acumulación de cargos, sino que consideraba lo hecho como una irregularidad administrativa. Esto porque, según dijo la propia Bianchi, Rondán cobra 119.481 pesos por su contrato, por el que ejerce su cargo de directora de Centros MEC. La diputada explicó que si bien en la última Rendición de Cuentas se creó la unidad ejecutora Centros MEC –hasta entonces era una dependencia de la Dirección General del MEC–, no se creó el cargo de director de dicha unidad: “Deberían haber solicitado al Parlamento o haber previsto en la Rendición de Cuentas la creación del cargo. Fue un error del Poder Ejecutivo en el envío del Mensaje, porque si se crea la unidad ejecutora se debe crear el cargo, y la Administración Central no tiene autonomía para la creación de cargos”, cuestionó al comienzo.

La ministra aclaró luego que en el proyecto de ley de la última Rendición de Cuentas el Poder Ejecutivo había enviado la creación de la unidad ejecutora y del cargo de escalafón Q (de confianza) para la dirección, pero señaló que este no fue aprobado porque no contó con los votos de la oposición. “Por lo tanto, le diría: el error fue del Poder Legislativo, que no votó el cargo Q y le agradezco que comprometa su voto para el próximo período”, deslizó Muñoz. La ministra explicó que el anterior director de Centros MEC, Roberto Elissalde, ejerció ese cargo primero con horas docentes y después como adscripto. “Si viene un artículo en la Rendición de Cuentas por el que se crea una unidad ejecutora y un cargo Q para esa unidad ejecutora, ¿qué quiere que haga si votan la unidad ejecutora y no el cargo Q? ¡Alguien la tiene que dirigir! ¡No hubieran votado nada!”, insistió Muñoz.

Pese a la explicación, Bianchi aseguró que no votará la creación del cargo Q “porque es un escalafón de confianza”. “Y vamos a seguir manteniendo la misma posición, ya que no podemos llenar el Estado de dos tipos de escalafones que son sumamente delicados”, afirmó en referencia al Q y al P, que corresponde a los cargos de ministros, subsecretarios y directores generales.