El Poder Ejecutivo presentará hoy en el Consejo Superior Tripartito sus lineamientos para las pautas a acordar en la próxima ronda de Consejos de Salarios –la más grande de la historia– que comenzará en junio y abarca a 205 grupos. Ayer, los secretarios de Estado correspondientes presentaron en el Consejo de Ministros sus intenciones para guiar la negociación pero evitaron hacer declaraciones luego.

Si bien no hubo conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo, sí se sabe que hubo “común acuerdo” entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el de Economía y Finanzas. Tal como lo habían adelantado varios representantes del equipo económico, los lineamientos –al igual que en la ronda anterior– propondrán ajustes nominales en línea con la inflación, prevista en el entorno de 7%.

El último dato, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, ubica al aumento de precios en los últimos 12 meses en 7,07%, unas fracciones arriba del límite superior del rango meta fijado por la autoridad monetaria. En un desayuno en la Cámara Española de Comercio, Industria y Navegación, la semana pasada, el presidente del Banco Central, Mario Bergara, recomendó “serenidad” ante ese dato y opinó que implica “buenas noticias” para la próxima ronda, en el entendido de que expectativas de inflación más bajas permitirán a empresarios y trabajadores “negociar mejor”.

En ese momento, Bergara también adelantó su aprobación a la “nominalización” de los ajustes, y dijo que si bien eso “en su momento fue criticado porque no iba a crecer el salario real, finalmente creció”, de modo que “se trata de una forma de negociar que se ha legitimado”.

Por su parte, el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT publicó a principios de este mes un documento en el que establecía su clara intención de volver a un sistema de indexación salarial, que considera el “único mecanismo genuino” para preservar el poder adquisitivo ante las fluctuaciones inflacionarias, “atando” el salario a la inflación pasada.

Desde algunas cámaras empresariales también se manifestó conformidad con ajustar de acuerdo a la evolución de los precios, pero todo indica que los lineamientos propondrán ajustes nominales. Aun así, tanto los representantes del sector empresarial como los de la presidencia del PIT-CNT, al igual que los ministros, prefirieron no ingresar de lleno en una discusión hasta que los lineamientos se presenten oficialmente.

No obstante, el director del Cuesta Duarte, Milton Castellanos, recordó que más allá de los lineamientos, empresarios y trabajadores pueden acordar ajustes por encima de la inflación. Las pautas “son importantes, pero no determinantes”, y pensar que con ellas “se resuelve la negociación es estar lejos de la realidad. El partido recién empieza”, afirmó.

Castellanos sostuvo que la aspiración “mayor” es que se mantenga el salario real, y que en este sentido la inflación juega un papel “importante”. “Queremos ver: si la economía sigue creciendo, que ese crecimiento se vea reflejado en el salario, porque si no, a algún lado va a ir, alguien se va a quedar con eso”, agregó. La central sindical también dará prioridad a los salarios más sumergidos, de menos de 20.000 pesos líquidos.

Sobre los ajustes nominales, el director del Cuesta Duarte dijo que “funcionaron porque la inflación bajó” y añadió que “en realidad, lo fundamental son los correctivos”. “Es como un espejismo”, afirmó.

En tanto, el director de Trabajo, Jorge Mesa, dijo sentir “más confianza que en la ronda anterior sobre el comportamiento de la inflación”, y confirmó a la diaria que habrá una cláusula gatillo para evitar una pérdida del salario real si la inflación “se dispara”, y que el límite será inferior al fijado en la ronda anterior (12%), aunque no dio más detalles. Según Castellanos, “si los correctivos son correctos, la fórmula es lo de menos”, porque “al final es lo mismo que indexarlos”, aunque mostró su “clara” preferencia por la segunda opción.