Ayer en la Torre Ejecutiva, la Secretaría de Derechos Humanos (DDHH) de Presidencia de la República presentó en conferencia de prensa los resultados de las actividades del Mes de los Derechos Humanos y el plan de trabajo 2018. Nelson Villarreal, secretario de esta oficina, recordó que este año se cumplen 70 años de la Declaración Universal de los DDHH y que el lanzamiento de ese aniversario en Uruguay se dio en diciembre de 2017, que se estableció como “el mes de los DDHH”, con la realización de diversas actividades. “Es clave poder situar en este año la cultura de la paz, que implica convivencia en justicia, en libertad, en solidaridad y sin discriminación, asumiendo los conflictos y centrándolos en la construcción y aumento de la dignidad humana”, indicó el jerarca, y agregó que en la actualidad los DDHH “están en disputa” en “el mundo y la región”, y, por lo tanto, “requieren un proceso de compromisos que debería ser profundizado”.

Villarreal indicó que los DDHH se construyen “desde la perspectiva de las personas más vulnerables hacia la universalidad de todos”, y subrayó que los derechos “son de las víctimas y de los victimarios”, ya que “muchas veces” se ve en “la prensa y la opinión pública” la consideración de que los DDHH son “sólo de algunos”. Además, dijo que es clave la “sumatoria de vulnerabilidades que se visualizan en algunos colectivos y personas que reclaman una intervención de la política pública articulada y focalizada” pero sobre todo “una perspectiva universalista que dé cuenta no solamente de la igualdad en forma abstracta sino que tenga relación con la condición de las personas en lo etario, étnico, racial, identidad de género, orientación sexual”, etcétera. El jerarca también destacó que la integralidad de los DDHH supone no sólo que existan más de estos en el presente, sino también “poner fin a las impunidades del pasado reciente y a las desigualdades e inequidades que se han acumulado en la historia, para que el presente y el futuro estén más centrados en la dignidad humana de todas las personas en comunidad”.

Más adelante, Villarreal detalló las actividades del mes de los DDHH, sobre todo las denominadas “mesas para la paz”, que se hicieron en diversos puntos de país y tuvieron como eje del diálogo, por ejemplo, la trilogía DDHH, democracia y desarrollo. “Fue una ocasión para reflexionar, intercambiar y comprometernos con la defensa y efectivización de los derechos que vamos conquistando y consolidando como sociedad. Las ‘mesas para la paz’ surgieron en 1948, luego de una gran guerra que demostró que se había perdido la total referencia de la dignidad humana. 70 años después, vemos que hay muchas cosas que se han acrecentado y muchas otras que han decrecido, por tanto, es fundamental y un compromiso de todos volver a sentarnos en una misma mesa como iguales para fortalecer los derechos”, señaló el jerarca. Villarreal destacó que hay tres esferas que representan el “núcleo sustantivo” a la hora de pensar la dignidad humana: los DDHH en sí, que se relacionan con las garantías; la democracia, que tiene que ver con “las libertades y la participación”, y el desarrollo, que se relaciona con “la igualdad de oportunidades y el acceso a servicios”. “Por lo tanto, no podemos lograr desarrollo y crecimiento sin distribución que permita acceso a derechos, y esto se hace en un contexto democrático. En ese sentido, Uruguay tiene un siglo de derechos: desde la Constitución de 1917 hasta la fecha, podemos ver que se han desarrollado muchos derechos que tienen que ver con la capacidad de afirmar la dignidad humana, la democracia y el desarrollo”, señaló. Sobre la estrategia de la Secretaría de DDHH, Villarreal dijo que a largo plazo buscará como resultado “contribuir a la plena satisfacción de los DDHH de todas las personas”, que es “la gran utopía que debe movilizar”. Además, dijo que el resultado a mediano plazo es incorporar la perspectiva de DDHH a las políticas públicas, que no se trata de una suma de “las acciones sectoriales sino de poder trabajar integralmente junto con las distintas políticas que se desarrollan en un estado garantista, que construye derechos”. Agregó que ese trabajo en conjunto se debe enfocar en muchos niveles del Estado, ya que el Estado es el primero que debe garantizar los DDHH, “pero también el primero que los puede violar”. Por último, destacó que hay que centrarse en el “cambio cultural” que promueve el enfoque de DDHH. “Si no cambiamos la cabeza y la subjetividad, será imposible aceptar al otro como un igual y respetar la diferencia”, finalizó.