A fines de diciembre la Junta Nacional de Salud (Junasa) del Ministerio de Salud Pública (MSP) presentó un documento que evalúa el desempeño de los principales prestadores del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) entre 2014 y 2016. Los datos que surgen muestran las diferencias que se dan entre instituciones y los cambios que se han producido desde la creación del SNIS.
Cobertura de salud
En base a datos de la Encuesta Continua de Hogares (Instituto Nacional de Estadística, INE) de 2016, el informe indica que 98% de la población declara tener cobertura por prestadores integrales que integran el SNIS. “Este porcentaje ha ido creciendo en los últimos años: era 92,2% en 2006 y 96,6% en 2010”, señala. Los técnicos del MSP también manejaron los datos del Registro Único de Cobertura de Asistencia Formal (RUCAF), que reúne los padrones presentados de todos los prestadores del SNIS. Si bien el INE estimaba en diciembre de 2016 que en Uruguay vivían 3.493.205 personas, los datos de las afiliaciones son superiores –hay 3.769.022 registros– (ver cuadro), lo que se debe a las múltiples coberturas, además de las correspondientes a personas que residen en el exterior. Según los datos, hay 241.000 personas con múltiple cobertura: 226.660 tienen doble cobertura, 14.843 tienen tres coberturas y 157 personas tienen cuatro coberturas. 43% de las personas que tienen múltiple cobertura son de Sanidad Militar (103.517 personas), la mayoría de las cuales (52%) presenta cobertura adicional en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). El texto advierte que “una alta proporción de los beneficiarios de Sanidad Militar (o familiares) que presentan una segunda cobertura en ASSE, está constituida por residentes en el interior del país”, en donde existe un convenio entre ASSE y la Dirección de Sanidad Militar, por lo que, estrictamente, no se trata de una doble cobertura.
Algo similar pasa con las personas cubiertas por Sanidad Policial: 98.291 tienen otra cobertura adicional: la mayoría de ellas (59%) está afiliada a una Institución de Asistencia Médica Colectiva (IAMC), pero en el interior del país los titulares de Sanidad Policial tienen cobertura en las IAMC, a partir de un convenio entre ambas partes. Por otra parte, es llamativo que 4.084 personas estén afiliadas a un seguro privado y también a ASSE.
De acuerdo a información del INE, se sostiene que en ASSE predominan las personas pertenecientes al quintil más bajo, mientras que en las IAMC existe una distribución relativamente uniforme. Los afiliados de seguros privados integrales, en cambio, pertenecen al quintil más alto. Hay diferencias, también, en cuanto al territorio: 75% de los usuarios de ASSE viven en el interior del país; las IAMC tienen una distribución similar, y los seguros integrales –todos en Montevideo– reúnen mayoritariamente a afiliados de la capital.
La mayoría de los afiliados de Sanidad Militar y Policial son de los quintiles más bajos, pero se señala que “el 14% que se ubica en el quintil 4 y el 7% que está en el 20% de los hogares de mayores ingresos, seguramente reúna a los altos mandos de ambas fuerzas”.
Utilización y recursos
El informe advierte que una mayor demanda de servicios no necesariamente está correlacionada con una alta necesidad de atención, y que influyen múltiples aspectos. Hecha esa salvedad, se señala que ASSE registra dos consultas menos por afiliado al año que las IAMC, y que esa diferencia se da por la incidencia de las consultas no urgentes, puesto que las urgentes se dan en cantidad similar. En cuanto a la cantidad de camas, hay diferencia entre prestadores y en el territorio (ver tabla). Se advierte que la internación domiciliaria va en aumento, pero ASSE está rezagada en esa modalidad, y se limita a ofrecerla en Montevideo, Maldonado y San José.
ASSE tiene menor número de intervenciones quirúrgicas cada 1.000 usuarios: 45, mientras que las IAMC tienen 73. En utilización de servicios diagnósticos los valores entre las IAMC y ASSE son similares en exámenes de laboratorio y levemente inferiores en radiología en ASSE.
En cuanto a los recursos, el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) tiene una mayor importancia, tanto en los fondos de ASSE como en los de las IAMC. El informe señala que en 2010 los ingresos Fonasa constituían 59% de los ingresos de las IAMC y que en 2016 constituyeron 75%. En ASSE, pasaron de 11% en 2010 a 42% en 2016.
En 2016 el gasto por afiliado de ASSE alcanzó 76,2% del de las IAMC: “El gasto por afiliado en ASSE creció 7% y se situó en 2016 en 1.880 pesos. En las IAMC, el crecimiento real del gasto por afiliado fue de 6,5% en el mismo período y se situó en 2.466 pesos en el año 2016”. El informe agrega que “el gasto por usuario en los Seguros Privados Integrales fue de 4.841 pesos en 2016, casi el doble del gasto promedio por usuario observado en las IAMC y 2,5 veces superior al gasto por usuario de ASSE”.
Respecto de los recursos humanos, en ASSE la cantidad de personas en relación con la cantidad de usuarios aumentó entre 2014 y 2016, tanto para el personal médico (10%) como para el no médico (17%).
Entre muchos otros datos, el informe considera indicadores del modelo asistencial. Es llamativo ver las diferencias que existen entre el número de cesáreas de ASSE y el de las IAMC, así como la proporción de embarazos captados en el primer trimestre por ambos subsectores, aunque se ven mejoras (ver gráfico).
Los tiempos de espera promedio para consultas en las IAMC mejoraron entre 2014 y 2016: “Se encuentran dentro de los máximos establecidos en la normativa, con excepción de ginecología, que presenta valores mayores a las 24 horas en el interior del país”, dice el informe.