El Programa Aulas Comunitarias (PAC) es una iniciativa del Consejo de Educación Secundaria (CES) en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que es ejecutada por organizaciones de la sociedad civil. El objetivo general es que los adolescentes de entre 13 y 17 años que no hayan comenzado la educación secundaria o se hayan desvinculado de ella puedan incorporarse en un espacio “no convencional” de educación, para luego reinsertarse en el sistema educativo. El programa empezó con 12 aulas en 2007 y continuó en expansión hasta llegar a 26 en todo el territorio nacional en 2015. Sin embargo, en 2016 las autoridades del CES decidieron empezar a cerrarlo lo con el argumento de que era un programa focalizado que no podía instalarse como política definitiva y que no estaba cumpliendo con el objetivo de que los jóvenes mantuvieran su trayectoria educativa luego de su pasaje por el programa. Ese año cerraron nueve aulas y como alternativa comenzó el programa Propuesta 2016, que busca trabajar con ese grupo de estudiantes dentro del liceo, con materias semestrales y talleres. En 2017, las autoridades no extendieron esa alternativa ni cerraron aulas, pero este año decidieron cerrar diez más.
Una de las aulas que no abrirá este año es la número 7 del Cerro, que era cogestionada por el Centro de Participación para la Integración y el Desarrollo (Cepid). El miércoles 28 de febrero el equipo técnico y sus estudiantes inauguraron una muestra fotográfica de los proyectos realizados en los diez años de trabajo en el barrio. Entre lágrimas y emociones encontradas, las familias se acercaron para despedirse de los referentes del programas y pasar un tiempo juntos. Inés Alliaume, referente de Cepid, mencionó la falta de comunicación por parte del CES: “No sabemos las razones por las que se cierra el programa sin que siquiera se negocie cuáles cerrar antes y cuáles después”.
La decisión del CES para apoyar la transición del programa de Aulas al de Propuesta 2016 es mantener la figura de profesor referente, que acompañaba a los estudiantes del PAC en la última etapa, cuando egresaban y se reinsertaban en el sistema formal. Durante un año, el referente pasa a integrarse al liceo, desde donde acompaña el proceso de transición de los jóvenes. “El aviso del cierre fue a fin de año; se pudo trabajar muy poco el egreso con los gurises, y la profesora referente que va a quedar para hacerles el seguimiento a todos los estudiantes de las aulas tampoco tiene lineamientos. No está pensado cómo lo va a hacer”, señaló Valeria Gularte, técnica que integra el equipo de Cepid. Mariano Fontes, también de Cepid, estimó que “Secundaria cierra el programa por temas económicos y no luego de un balance que refleje que no funciona”.
Ante esta situación, la consejera de Secundaria Isabel Jaureguy admitió que es posible que se hayan equivocado con respecto a la transición de un programa al otro. A su vez, marcó su discrepancia con los demás consejeros, porque a su entender, tal como está funcionando, Propuesta 2016 no es el mejor sustituto para el PAC.
Las razones
Jaureguy, representante de los trabajadores en el CES, explicó a la diaria que todas las autoridades eran de la misma opinión: Secundaria es la que debe hacerse cargo de los adolescentes, no un agente externo. Con ese objetivo, la idea es cerrar el PAC para que el propio sistema pueda reincorporar a aquellos que por diversas razones se desvinculan, haciendo un seguimiento personalizado y flexibilizando la currícula, pero manteniéndolos dentro del sistema. Por otra parte, los integrantes de Cepid entienden que la ventaja del PAC era “contar con un equipo técnico socioeducativo para que los gurises puedan tener no sólo la parte del tránsito educativo formal, sino también desarrollar otros aspectos, como son las razones que en un primer lugar los llevaron a abandonar”.
Consultada por la diaria, la directora del CES, Celsa Puente, admitió que si bien desde su punto de vista Propuesta 2016 “es súper vanguardista” y se ofreció en todos los lugares en los que fue posible, esta ha sido muy resistida. Por lo tanto, el CES dispuso que si el liceo en que se anotan los estudiantes que egresan del PAC tiene algún dispositivo más flexible que Propuesta 2016, se lo inscriba allí.
Además, la jerarca mencionó que este año también se implementará el programa Jóvenes con Futuro, que también estará dirigido a jóvenes con más dificultades para sostener su trayectoria dentro del sistema. Según había adelantado Puente en enero, se están diseñando entre nueve y diez dispositivos que tendrán una readecuación del Plan 2006 y se hará en alianza con el Ministerio de Educación y Cultura. A diferencia del PAC, en este caso los dispositivos dependerán de un liceo, aunque en algunos casos no se desarrollen en el mismo edificio. Puente detalló que está previsto que haya tiempo semanal de contacto entre los jóvenes del dispositivo y los del liceo referente.
La jerarca señaló que en 2018 continuarán cinco aulas comunitarias, únicamente en territorios donde el CES no tiene la certeza de contar con una oferta que le permita sostener la trayectoria educativa de los jóvenes objetivo. En cuanto al fundamento para cerrar el programa, Puente dijo que si bien las aulas “fueron un acierto en el momento en que se crearon”, se trata de un dispositivo que “no pudo evolucionar en su diseño” y las aulas “quedaron como unas cápsulas cerradas” que no cumplieron con su objetivo. Justamente, Puente recordó que el PAC surgió “como un programa para conseguir que esos chiquilines adquirieran una serie de habilidades y saberes que les permitieran ingresar al liceo, y eso no se cumplió”.