Hace dos semanas se firmó un acuerdo –con la presencia del presidente Tabaré Vázquez– entre el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y Arcos Dorados, la empresa propietaria de la marca McDonald’s, para “abrir oportunidades laborales” a personas de entre 15 y 29 años de edad, de “contextos sociales vulnerables”, que no cuenten con experiencia laboral previa, en el marco de la Ley de Empleo Juvenil (19.133). Mediante ese acuerdo la empresa se propone cubrir hasta 40% del personal. El salario de los jóvenes será subsidiado por el Estado entre 60% –para hombres– y 80% –para mujeres– hasta por 18 meses y debe ser de un mínimo de 75 jornales. Desde la empresa señalaron que el subsidio se va a destinar exclusivamente al período de entrenamiento de los jóvenes: “Esto representa una posibilidad de inserción laboral para las nuevas generaciones, que podrán adquirir habilidades para los distintos desafíos que se presentan en diferentes etapas del mundo laboral”, había dicho Ricardo Méndez, director general de la empresa, cuando se firmó el acuerdo, el 6 de marzo.

Combo de palos

A todo esto, Fernanda Aguirre, secretaria general del Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (SUGHU), aseguró al portal del PIT-CNT que la famosa empresa de hamburguesas no tiene convenio colectivo “porque se negó a firmar todas las reivindicaciones de los trabajadores” en la ronda anterior. Agregó que el sindicato quiere promover el empleo juvenil, sobre todo “para aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad”, pero pretende que ese beneficio no se les dé a las empresas sin convenio, “ya que la Ley de Empleo Juvenil está sustentada en base a un fondo tripartito entre empresarios, gobierno y trabajadores. Entonces, es inadmisible utilizar dinero del fondo de los trabajadores para pagar parte de los sueldos de una empresa que no tiene acuerdo con el sindicato de la rama a la que pertenece y que se negó a las reivindicaciones más básicas”.

Además, la sindicalista señaló que McDonald’s “no genera garantía de puestos de trabajo decentes” y es una empresa “represora”, que “promueve conductas individualistas, premia la obsecuencia de formas denigrantes y obliga a sus trabajadores a comer hamburguesas todos los días”. “Sólo en el caso de que sean particularmente alcahuetes se los deja comer un alimento saludable, algo que genera enfermedades en gurises jóvenes”, agregó.

La sindicalista afirmó que no es “ninguna novedad” que la comida de McDonald’s “no es saludable” y aseguró que el SUGHU denunció ante la Dirección Nacional del Trabajo del MTSS diversas condiciones inherentes a la salud laboral, como las secuelas psiquiátricas que algunas trabajadoras de cerca de 25 años sufrieron por ser estigmatizadas como “viejas”. “Tienen una práctica terrible de acoso moral, que causa problemas severos de autoestima y estabilidad emocional”, aseguró Aguirre.

Además, la secretaria general del SUGHU indicó que las buenas intenciones de la ley de empleo juvenil no son acordes con las prácticas hacia los empleados de McDonald’s. “Lo que nos genera mucha indignación como sindicato es que, pudiendo evitar cometer este tipo de errores, el Poder Ejecutivo no se digne a hablar con el sindicato de la rama antes de firmar un acuerdo de este tipo”, dijo Aguirre, y luego se preguntó: “¿A quién consultaron para confirmar que McDonald’s es un empleador genuino y que no va a enviar a sus trabajadores jóvenes a la picota?”. Por último, criticó la franja etaria que comprende el convenio, ya que “es la que siempre contrató” la empresa de comida. “O sea que vamos a pagarle parte del salario, con el fondo de todos, a McDonald’s, para que contrate lo mismo que ya contrata, y esto es escandaloso”, remató.