Un Solo Uruguay se manifestó ayer en puertos, aduanas y zonas francas de varios departamentos del país. En Treinta y Tres hubo una caravana y en Salto, un cabildo abierto. Rivas destacó el apoyo que está teniendo el movimiento por parte de las gremiales agropecuarias, las cámaras empresariales, grupos de jubilados y de policías. “Esto es bastante más amplio que el sector agropecuario”, aseguró.

Rivas contó que Un Solo Uruguay se reunirá la semana próxima con el equipo del senador colorado Pedro Bordaberry y con el del líder del Partido de la Gente, Edgardo Novick. Afirmó que también les han pedido reuniones organizaciones ambientalistas y grupos de jubilados. Aclaró que por el momento no tuvieron un encuentro con el Frente Amplio porque esta organización política no les pidió reunión. “Pero encantado cuando ello ocurra”, acotó.

El representante del movimiento aseguró que Un Solo Uruguay hace “un trabajo a largo plazo”. “Somos conscientes de que no es viable que sean satisfechas todas las medidas o reclamos que se están haciendo. No es un movimiento que diga ‘vamos por todo o nada’, no se trata de eso. Pero sí nos parece importante que se empiecen a dar señales de que se quiere transitar caminos de entendimiento, y de que hay alguna luz de esperanza”, expresó.

Rivas aseguró que “no se trata de confrontar”, sino de “sentarnos a la mesa”. Alegó que el abandono de la mesa de negociación que instaló el gobierno se produjo porque el movimiento buscó “bajar la pelota y tomar un poco de distancia”, a raíz del episodio con el presidente Tabaré Vázquez el lunes 19 de febrero en la puerta del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. Afirmó que en la reunión del 19 no se fijó una metodología de trabajo, “se siguió dilatando el tema” y las medidas propuestas fueron insuficientes. “No era una mesa de trabajo; quizá lo mejor sea no anunciar la mesa de trabajo, no hacer un show”, cuestionó. Agregó que “si la mesa de trabajo se lleva adelante con franqueza y sin ningún aditivo extra”, Un Solo Uruguay estará “disponible siempre”.

En cuanto a la posibilidad de hacer cortes de ruta o de paralizar la producción, sostuvo que no está “en el espíritu” del movimiento, aunque no lo descartó. “El espíritu del movimiento es no cortar, porque el espíritu es no afectar a ningún otro sector y, fundamentalmente, a gente que labura. Flaco favor nos haríamos como movimiento y a la sociedad al generar ese tipo de cosas”, afirmó. De todos modos, aclaró que esto no significa que “el corte es una mala palabra y que nunca lo vamos a usar”. “Nosotros no podemos ser presos de nuestras palabras y hablar a tan largo plazo, porque esto es muy dinámico”, advirtió.