El martes se llevó a cabo en el Palacio Legislativo una charla a cargo de los escritores argentinos Agustín Laje y Nicolás Márquez, autores de la publicación El libro negro de la nueva izquierda, que critica fuertemente la “ideología de género”. Entre los asistentes se encontraba la escritora Mercedes Vigil, quien dijo estar de acuerdo “con 80%” de lo que dice el libro. Además, aseguró que está “científicamente comprobado” que el ADN del hombre y de la mujer “son completamente distintos”. “Es como que digan que una gallina es igual que un sapo”, argumentó. Más adelante, aclaró que esta información la obtuvo “de un meme genial que vi en Facebook y que compartí ahí y en Twitter. Yo supongo que debe ser verdad”.

La charla no sólo generó polémica por su contenido, sino también por el lugar elegido. El responsable de otorgar la sala del edificio anexo del Palacio Legislativo fue el diputado por el Partido Nacional (PN) Rodrigo Goñi. Varios parlamentarios consideraron inconveniente la decisión de Goñi. “No puede ser que un par de personas que ni siquiera son uruguayas vengan a decir estas estupideces nada más ni nada menos que al Palacio Legislativo. Acá solamente pueden decir estupideces quienes fueron votados por el pueblo”, aseguró un diputado del Frente Amplio. Pero las críticas surgieron también desde el propio PN. Un compañero de bancada de Goñi consideró que Laje y Márquez incurrieron en un “ejercicio ilegal de la actividad parlamentaria”. “Estas dos personas vinieron e hicieron exactamente lo mismo que nos dedicamos a hacer a diario, o sea, decir la primera pavada que se nos venga a la cabeza. La diferencia es que a nosotros nos votaron. Debería haber una ley que prohíba este tipo de prácticas. En todo caso, que manden legisladores argentinos a decir esas mismas co- sas. Seguro que hay unos cuantos”.

Desde la bancada evangelista se sumaron a las críticas, pero en este caso por considerar que Goñi incumplió un pacto tácito que implica que este tipo de exposiciones contra la homosexualidad y el feminismo tienen que estar a cargo de los legisladores Álvaro Dastugue y Gerardo Amarilla. Este último declaró: “Es como si mañana yo trajera a alguien para denunciar los problemas presupuestales de las Fuerzas Armadas. Eso es territorio de Javier García, y yo no me meto. Porque además, si nos sacan esos temas, medio como que no sabemos de qué hablar”.