Es casi un hecho que Miguel Díaz-Canel, el vicepresidente de Cuba, sucederá en su cargo al presidente, Raúl Castro. Díaz-Canel tiene 57 años, frente a los 86 de Castro, por lo que se considera que su nombramiento es un recambio generacional. Una fuente del Partido Comunista (PC) aseguró: “Nos pareció que era muy importante darles entrada a las nuevas generaciones, porque corríamos el riesgo de terminar como Uruguay. Es cierto que los comunistas a veces nos resistimos a los cambios, pero tampoco podemos llegar a esos extremos”.

En La Habana no dudan en calificar de “histórica” esta elección, y no sólo porque es la primera vez que alguien nacido después de la Revolución de 1959 asume la presidencia. “Le demostramos al mundo que Cuba es el único país en el mundo en el que las encuestadoras aciertan en los resultados. Cuando comenzó el proceso electoral dijeron que ganaba el PC, y así fue”, aseguró una fuente del gobierno cubano que también destacó la “precisión absoluta” de los sondeos. “Desde el primer día se dijo que el PC iba a obtener 605 bancas en la Asamblea Nacional, y fue el número exacto que terminó consiguiendo. Mientras que en Estados Unidos se equivocaron groseramente con Donald Trump y en Inglaterra con el brexit, también por un margen amplio, las encuestadoras cubanas ni siquiera necesitan el margen de error. Dijeron 100% de las bancas, y así fue. Nada de 99%, ni de 101%. Creo que debería ser un ejemplo para todas las democracias”.