Arqueólogos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) encontraron restos de pueblos fortificados y movimientos de tierra en la selva amazónica del estado de Mato Grosso (Brasil). Que los hallazgos se registraran lejos de los ríos demuestra que la selva estaba más poblada que lo que se creía incluso lejos de las riberas de los cursos de agua.