Dos denuncias relacionadas con hogares del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) se conocieron la semana pasada. Una de ellas, por los problemas de higiene y hacinamiento del hogar Tribal, y otra por el presunto abuso sexual de una interna en el Centro de Evaluación Integral Femenino. Una fuente gubernamental consideró que “lo más terrible de esta situación es que la mayoría de estos chicos no saben lo que es vivir en un gobierno blanquicolorado, así que se piensan que están mal. Pobrecitos, no se dan cuenta de que en realidad les va bárbaro, porque antes era mucho peor”. Desde el INAU creen que se podría mejorar la situación, sobre todo si se instalan medidas de seguridad en los hogares. Un directivo del organismo explicó: “Estar en un hogar del INAU expone a los menores a tormentos de todo tipo. Si colocamos rejas en puertas y ventanas, alambrado perimetral y controles en las puertas impediríamos que los chicos ingresen a los hogares, propiciando así que vivan en las calles, que no es fácil, pero difícilmente ahí la pasen peor”. Otra de las medidas que manejan las autoridades consiste en llevar a los internos a los módulos de alta seguridad del ex Comcar. “Ojo, no sería encerrarlos, porque no cometieron ningún delito. Pero si se les da la opción de quedarse ahí o volver al hogar, seguro que se quedan”, aseguró el directivo consultado.