Un estudio realizado por Joanie van de Walle y otros autores demostró que la prohibición en Suecia de cazar osos pardos escandinavos que tengan crías modificó el comportamiento de esos mamíferos: mientras que en 2005 sólo 7% de las hembras mantenía a sus cachorros por 2,5 años, en 2015 la cantidad subió a 36%.