El domingo se llevó a cabo la 23ª Marcha del Silencio, en reclamo por el esclarecimiento del destino de los detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. “Desgraciadamente sabemos que no va a ser la última marcha, y de hecho seguramente va a haber muchas más. Eso es un hecho objetivo, porque si tenemos en cuenta que tanto el Partido Colorado como el Partido Nacional y el Frente Amplio han demostrado un escasísimo interés por descubrir el paradero de nuestros familiares, y que las probabilidades que tiene el Partido Independiente de llegar a la presidencia son casi nulas, hay marchas por lo menos hasta 2030”, aseguró un integrante de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. Desde ámbitos castrenses no suelen pronunciarse sobre la marcha que se realiza año a año, pero esta vez fue la excepción. Un comunicado del Círculo Militar divulgado ayer asegura que “la cobertura mediática y el apoyo oficial que se le da a la Marcha del Silencio es una prueba de que en esta sociedad los militares somos ciudadanos de segunda. Ellos [los familiares] hacen silencio una vez al año; nosotros, todos los días. ¿Alguna vez nos escucharon decir algo sobre el destino de los subversivos? Jamás. Entonces, ¿por qué no somos tapa de los diarios, o portada de los noticieros televisivos?”. Más adelante, el comunicado reza: “Esto es la prueba de que el aporte de los militares a la sociedad es tan constante como silencioso. ¿Será por eso que nos quieren sacar la jubilación?”.