La reunión que el mandatario estadounidense, Donald Trump, iba a llevar a cabo con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, podría no concretarse, luego de que Estados Unidos y Corea del Sur realizaran ejercicios militares que Pyongyang interpretó como una provocación. “Es bueno que nos estemos entendiendo”, aseguró Trump.

Ayer se generó un nuevo roce entre ambos gobiernos, cuando Trump amenazó a su par norcoreano con la “aniquilación” si no se deshace de sus armas nucleares y le recordó el caso del presidente libio Muamar Gadafi, que fue derrotado por Estados Unidos. Pero el domingo, el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, había dicho que con Corea del Norte su país pensaba seguir el modelo de Libia, país que renunció a su programa nuclear a cambio de estímulos económicos, es decir, lo que ahora se le pide a Kim Jong-un. “Trump le está diciendo a Corea del Norte que si no se desarma va a terminar como Libia, pero si se desarma también va a terminar como Libia. Lo que me cuesta entender es por qué no apretó el botón rojo todavía”, reconoció una fuente del Departamento de Estado.

Por su parte, un funcionario de la diplomacia europea opinó que la firma de un acuerdo nuclear que garantice la seguridad del planeta es cada vez más lejana. “Eliminar el arsenal nuclear de Estados Unidos sería imposible, y esa sería la única manera de evitar una guerra. Claramente, mientras Trump esté en la Casa Blanca el riesgo es gigantesco, porque está tan loco como Kim Jong-un, pero tiene un arsenal más poderoso”.