Durante la primera mitad de este año hubo más de 70 amenazas de bomba en los liceos, con un fuerte incremento a partir de mediados de marzo. “Entendemos que llamar para alertar que hay una bomba no es la mejor manera de relacionarse con el liceo, pero por lo menos es una manera de relacionarse. La inmensa mayoría de los estudiantes directamente hace de cuenta que el liceo no existe”, aseguró una jerarca del Consejo de Educación Secundaria. Desde el Ministerio del Interior informaron que en todos los casos se trató de amenazas falsas. A pesar de esto se siguen haciendo operativos de seguridad cada vez que se recibe una llamada de estas características. Un jerarca de la cartera opinó: “Es muy difícil que a alguien se le ocurra poner una bomba en un liceo, porque ya se están cayendo a pedazos solos. Si alguien amenazara con matar a sus compañeros, bueno, eso es otra cosa, pero nadie se molesta en poner una bomba en un edificio que está en ruinas, y, además, semiabandonado, porque ya sabemos lo que son los niveles de deserción en secundaria”. La fuente agregó que se está considerando la posibilidad de denunciar penalmente a los responsables de las amenazas e incluso a sus padres, aunque la iniciativa no convence a todo el gobierno. “No nos gusta que se instale la costumbre de hacer una amenaza cada vez que se viene un examen, pero la verdad es que eso nos podría venir bien antes de una prueba PISA”, reconoció una fuente gubernamental.