Luis Suárez habló ayer sobre el delantero de la selección de Francia Antoine Griezmann, un enamorado de las costumbres uruguayas como el mate, la cumbia y los asados, gracias a su amistad con Carlos Bueno, Diego Godín y José María Giménez. “No sabe lo que tiene que hacer un niño uruguayo para poder llegar”, declaró Suárez. Griezmann dijo que las palabras del delantero no le cayeron “nada bien”, y de hecho lo “amargaron” bastante. Pero, lejos de enemistarse con Suárez o Uruguay, el francés aseguró que ahora se siente “más uruguayo que nunca”. “A mí me encantan las costumbres de mis amigos uruguayos, pero siempre sentí que era diferente a ellos, entre otras cosas por mi optimismo y mi alegría de vivir. Pero ahora que me amargué por algo que me dijo un uruguayo, me siento uno más”. El ariete de la selección francesa explicó que el cruce con Suárez “no hizo otra cosa que reafirmar mis ganas de concretar un proyecto que tengo en la cabeza desde hace mucho tiempo, consistente en mudarme a La Blanqueada, comprar una casa en San Luis y buscarme un trabajo como funcionario público”. Sobre la noche de ayer, Griezmann tuiteó desde la habitación de su hotel: “Hasta ahora solamente había leído un libro de Eduardo Galeano sobre fútbol y un cuento de Mario Benedetti, pero luego de escuchar a Luis Suárez, sentí un fuerte deseo de leer una novela de Juan Carlos Onetti que me está sacando las ganas no ya de bailar o disfrutar de la vida, sino directamente de salir de la cama. Voy a ver cómo hago mañana”.