El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, responsabilizó a Estados Unidos por la grave crisis en la que está inmerso su país. Ortega afirmó que Nicaragua “tiene más espías de la CIA que ningún otro. Tenemos seis millones. ¿Qué país puede soportar este escandaloso intervencionismo? Hay agitadores a sueldo del imperio en las calles, en las universidades, dentro de las casas, hasta en los baños, en todos lados”. La represión del gobierno recibió algunos apoyos a nivel internacional, como el del Foro de San Pablo (FSP), que al finalizar su encuentro en Cuba el lunes emitió una declaración que incluye un apoyo expreso al gobierno de Ortega. Esta postura generó varias críticas desde partidos y movimientos sociales de Latinoamérica. Un participante del FSP criticó la “excesiva cobertura” que se le dio a esta “muestra de solidaridad con el hermano pueblo de Nicaragua”. “Tomamos muchas otras decisiones. Por ejemplo, que nuestra próxima reunión se va a hacer en cualquier país menos en Nicaragua, porque tampoco queremos arriesgar nuestras vidas”. Aquí en Uruguay, la posición del FSP también generó polémica en la interna del Frente Amplio (FA), ya que algunos la apoyan y otras la cuestionan. Desde el Partido Comunista y el Partido por la Victoria del Pueblo reclamaron al FA “plantarse frente al imperialismo yanqui y apoyar al gobierno nicaragüense”. Estos dos sectores están impulsando un plan consistente en venderle armas a Irán para apoyar económicamente al gobierno de Daniel Ortega.