La Junta Departamental de Maldonado aprobó el jueves de madrugada el polémico proyecto para reformar el hotel San Rafael a cargo del arquitecto Rafael Viñoly. La propuesta fue rechazada por especialistas en urbanismo debido al impacto negativo que tendrá en el paisaje, pero el intendente fernandino, Enrique Antía (apoyado por casi todos los ediles), la defendió argumentando que genera fuentes de trabajo. “Hay que entender que con todas las leyes antilavado y las investigaciones de la Justicia, el sector de las finanzas turbias se resintió mucho. Es nuestra responsabilidad compensar eso de alguna manera. Y crear fuentes de trabajo a partir de actividades poco o nada destructivas es claramente una utopía. O por lo menos algo que requiere cierto esfuerzo”. El jefe comunal fue particularmente duro con los ediles del Frente Amplio que no votaron el proyecto. “No me gustaría estar en su pellejo”, aseguró. Ayer se supo que Antía le solicitó a Viñoly un agregado al proyecto. “La idea es que en la construcción esté previsto un lugar para esconder los cadáveres de los ediles traidores que votaron en contra del nuevo hotel. Yo supongo que dentro de poco muchos de ellos (o todos) habrán fallecido accidentalmente, así que vamos a poder colocarlos dentro de las estructuras de las columnas y cubrirlos de cemento. Por suerte van a pasar varios siglos antes de que sea viable demoler ese edificio, así que por un buen tiempo no los van a encontrar”.