En 2015, un video de una tortuga dolorida y sangrante a la que le estaban retirando una pajita de la nariz sensibilizó a la opinión pública sobre los efectos que tiene el uso de plásticos en la salud de los océanos. Tres años después, Francia anunció que a partir de 2020 prohibirá la fabricación de pajitas y cubiertos de plástico. Un funcionario del gobierno galo declaró: “No podemos permitir que se sigan contaminando los océanos con residuos sólidos, porque como flotan, pueden terminar en nuestras costas. Hasta que no descubramos una manera de enterrar toda esa basura plástica en algún país remoto tenemos que prohibir su uso”. Desde la industria del plástico criticaron al gobierno por haber tomado una determinación tan “radical” sin haber estudiado antes otras alternativas. “La culpa no es nuestra sino de estos bichos estúpidos que insisten en metérselas en la nariz en lugar de en la boca”, declaró el propietario de una fábrica de plásticos. “Creo que antes de decretar una prohibición, tendríamos que plantearnos seriamente la posibilidad de enseñarles a las tortugas a usar las pajitas correctamente. Si las tortugas son tan inteligentes como dicen, que lo demuestren”. Otro empresario del rubro consideró que “las pajitas no son el problema, porque si los seres humanos se las metieran en la nariz, también se lastimarían. Entonces, la culpa claramente es de las tortugas”.