Estudiantes de los Centros Educativos de Capacitación y Producción (Cecap), del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), coparon durante la mañana de ayer la sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional Adela Reta, en la muestra anual de trabajos elaborados por los jóvenes. Los Cecap son centros de educación no formal para jóvenes de entre 14 y 20 años que se han desvinculado del sistema formal, un programa que tiene como objetivo articular con el Consejo de Educación Secundaria y la UTU la continuidad educativa de los adolescentes.

El lunes, en la muestra en el SODRE, se presentaron trabajos de 20 de los 21 Cecap que hay en todo el país. Estudiantes de los talleres de peluquería, maquillaje y belleza hacían peinados elaborados y maquillajes artísticos en el hall del auditorio, mientras que otros mostraban fotografías, alimentos elaborados en el taller de gastronomía, pinturas y hasta un mural. También estaban en exposición algunos proyectos como una bicicleta con plataforma para transportar a personas en silla de ruedas, baldosas y ladrillos fabricados con plástico reciclado, proyectos de robótica y tecnología, y muebles elaborados con pallets. Otras expresiones artísticas quedaron para el final de la muestra: actuó una comparsa, hubo espectáculos de rap y uno de música con desechos, en el que pidió participar Nicolás Arnicho. La cobertura del evento estuvo a cargo de los talleres de radio de los Cecap Treinta y Tres-Vergara y La Paz.

Jefferson, de 17 años y estudiante del área industrial del Cecap Rivera, contó que la bicicleta inclusiva es parte de un proyecto más amplio del Taller Experimental de Múltiples Aprendizajes, por el que anteriormente hicieron una bicicleta de madera, entre otras. La cuarta es la que tiene una plataforma especial para trasladar a personas que usan silla de ruedas. “Teníamos el cuadro de la bicicleta y lo que hicimos fue la parte de adelante. Al principio no sabíamos para quién era, pero después apareció una familia con un niño que usa silla de ruedas y se la dimos”, comentó a la diaria.

Erika, Limber y Dana, de entre 15 y 17 años y estudiantes del Cecap Salto, mostraban en la exposición una serie de baldosas y ladrillos elaborados con materiales reciclados. Después de recolectar tapitas de plástico, botellas y otros residuos, reemplazaron el pedregullo para fabricar, junto con portland y arena, baldosas y ladrillos; también los hicieron con cáscara de arroz. Ambos materiales “sustituyen de igual manera el pedregullo, y el material es más térmico”, dijeron los chiquilines, que destacaron, e invitaban a comprobar, que los ladrillos reciclados son mucho más livianos que los convencionales. Entre las baldosas había modelos tradicionales, otro accesible para personas con baja visión y otras para revestimiento de paredes; junto con los ladrillos, todos los materiales elaborados en el taller de construcción del Cecap fueron utilizados para la construcción de una plaza en el barrio salteño Calafi Tres.

Fátima, una de las estudiantes del Cecap Barros Blancos, encargada de dar la bienvenida a los adolescentes del interior, aseguró que en el Cecap aprendió “a escuchar, a compartir, más que nada a trabajar en grupo”, y remarcó el rol de los profesores: “Están ahí y, si no entendemos algo, nos explican diez veces. Vale la pena levantarse a las 6.00”. La muestra fotográfica, compuesta por las piezas presentadas en el concurso “No da lo mismo”, fue la que inspiró el título global de la muestra. El primer premio fue para una estudiante del Cecap Barros Blancos, que presentó una fotografía de un adolescente caminando en una calle de tierra, bajo el título “No da lo mismo asistir”. “No da lo mismo si vengo o si no vengo, no da lo mismo si me saludan o no; los 2.800 jóvenes que estudian en los Cecap nos importan a los educadores, y no da lo mismo si están o no están”, remarcó y explicó Isabel Alende, coordinadora nacional del Programa Nacional de Educación y Trabajo, en el que están enmarcados los Cecap.

Formar en cooperativismo

Durante la muestra, la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, y el presidente del Instituto Nacional de Cooperativismo (Inacoop), Gustavo Bernini, firmaron un convenio para capacitar a los educadores de los Cecap para que “integren la mirada cooperativa en las charlas y en lo que imparten cotidianamente”, explicó Bernini. Juntarse con otros compañeros y armar una cooperativa “también puede ser una salida laboral, no solamente se puede ser empleado de alguien”, enfatizó el jerarca, que marcó que el cooperativismo se fundamenta en valores “más humanos que los que dominan, como la solidaridad, la ayuda mutua, que el esfuerzo común se reparta en partes iguales, en lugar de que alguno se lleve la mayor tajada y deje muy poquito al resto”. Además, al dirigirse a los jóvenes estudiantes informó que el Inacoop puede brindarles a las nuevas cooperativas formación y capacitación, acceso a una incubadora de cooperativas y capital de trabajo para comprar materia prima y empezar a producir.