La crisis humanitaria por la que atraviesa Venezuela ha llevado a que cerca de dos millones y medio de personas hayan abandonado el país durante los últimos cuatro años. El presidente de ese país, Nicolás Maduro, se refirió la semana pasada a este fenómeno y exhortó a los venezolanos que se encuentran en el exterior a que “dejen de lavar inodoros y vuelvan a la patria”. Un compatriota de Maduro que actualmente vive en Brasil declaró ante la televisión de ese país: “Obviamente que a mí no me gusta estar limpiando inodoros, pero la verdad es que haciendo este trabajo estoy mucho más cerca de la comida que cuando estaba en Venezuela. Aquí por lo menos tengo la esperanza de ver comida en otro estado, allá ni eso”. De todas maneras, según una encuesta realizada en varios países latinoamericanos, un alto porcentaje de los venezolanos estaría dispuesto a volver a su tierra, aunque sólo bajo ciertas condiciones. Uno de los responsables del estudio explicó: “La gente tiene la intención de volver, pero quiere que por lo menos haya una luz de esperanza que permita soñar con que las cosas van a mejorar un poco. Muchos de los entrevistados aseguran que volverían sin pensarlo si hay un terremoto, un ciclón o cualquier cosa que deje el país mejor que ahora. De todas maneras, es muy difícil que algo así pase, porque para que una catástrofe natural se haga sentir más que el efecto Maduro, tendría que ser realmente enorme. En toda la historia de Venezuela no ha habido alguna semejante”.