Luego del impacto inicial que generó el incendio del Museo Nacional de Río de Janeiro y de la pérdida invaluable de gran parte de su patrimonio, varias voces se alzaron para denunciar los recortes presupuestales que venía sufriendo la institución, y que podrían haber influido en la catástrofe. Una fuente cercana al presidente Michel Temer declaró: “Por supuesto que hicimos recortes presupuestales. Acá de lo que se trata es de que todos nos apretemos el cinturón. Si la sociedad entera está en llamas, no puede ser que los museos no lo estén también. Estamos todos juntos en esto, los pobres, los restos de dinosaurios y las puntas de las flechas de tribus precolombinas”. Ayer de noche Temer adelantó que su gobierno ya tiene un plan para recomponer “lo antes posible” el acervo del museo. “Vamos a acelerar el proceso en el que estamos de dejar a Brasil en ruinas. En la actualidad ya hay muchas cosas que son verdaderas antigüedades y sólo sirven como testimonio de una época que ya pasó, como los programas para combatir el hambre y las pretensiones de convertir al país en un actor importante a nivel global. Yo creo que con eso nos da para llenar por lo menos tres salas del museo. Pero aún quedan muchas cosas por destruir”. El mandatario adelantó que su próximo gran objetivo son los avances en materia de equidad de género y respeto a la diversidad. “Creo que las ruinas de estas políticas van a quedar hermosas en el salón que da al sector este del patio”.