Un dato que evidencia el escasísimo reconocimiento internacional que tiene el gobierno del reelecto presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es que solamente seis mandatarios extranjeros asistieron a su acto de asunción. Pero el gobierno afirma que la falta de representantes internacionales no es indicativo de falta de apoyo. “Los planes del imperio para asesinar a nuestro presidente son tan conocidos que los extranjeros no se animan a asistir a actos en los que él se presente por miedo a recibir una bala perdida”, declaró la canciller Delcy Rodríguez. Se espera que este nuevo mandato de Maduro esté signado por una fuerte presión internacional para que convoque a nuevas elecciones, y varios países ya amenazaron con romper relaciones diplomáticas con Venezuela. Ante esta situación, el presidente del país caribeño decidió adoptar una estrategia para que el país no quede vacío de diplomáticos. “Quizás algunos embajadores se vayan, pero no hay motivo de preocupación: todos sus cargos serán ocupados por otros representantes de estos países. Se trata de compañeros que me fui trayendo de mis viajes por el mundo, que me acompañan todo el tiempo y con los que hablo seguido”, declaró. Una fuente de la cancillería venezolana explicó que estos “compañeros” son en realidad amigos imaginarios de Maduro. “No hay que olvidar que se trata de una persona que habla con pajaritos que encarnan el espíritu de personas muertas. Esa imaginación alcanza y sobra para llenar 95% de los cupos para diplomático con seres inexistentes”.