Tiene sentido. Incluso cuando los muertos se levanten de sus tumbas y vengan por nuestros cerebros, y cada mordida aumente los números de su ejército, habrá quienes sigan obsesionados por las actividades más triviales. Como subir videos a Youtube, incluso si no hay nadie del otro lado para verlos.

De esto se trata El último youtuber, la serie web que el director Martín de Benedetti y el productor Diego Parker Fernández comenzaron a rodar en Montevideo por estos días. En un futuro posapocalíptico, los sobrevivientes de la epidemia zombi son tres veinteañeros, y uno de ellos sigue obsesionado por filmar videos para un público inexistente.

Todo comenzó en 2014, cuando Parker reclutó a Martín para hacer un programa en Canal M de Montevideo Portal. “Nos entendimos bien y más adelante me comentó la idea de la serie”, contó el productor a la diaria. “Me pareció bueno hacer una mezcla de experiencia y juventud para llevar adelante un proyecto así, que iba a ser con recursos muy limitados”.

Martín profundizó en el origen de la idea. “Un día vi la película What we do in the Shadows (2014), un falso documental cómico sobre unos vampiros que viven juntos. Me gustó cómo tomaron una historia de terror fantástica filmada como si fuera un material real, y pensé ‘¿por qué no hago algo parecido, pero con zombis y youtubers?’. Después le inventé una historia alrededor para que el robo no fuera tan evidente”.

“El concepto era tener una gestión sólida y un equipo joven con talento, afinidad y compromiso”, agregó Parker, que además de coproducir películas como Mulher do pai (2016), en 2013 debutó como director con El rincón de Darwin. “O sea, soy el único viejo (para ellos, aclaro) y el resto tiene la mitad de mi edad. De todas formas, con Martín trabajamos muy bien, entiende y valora los aportes de un productor ejecutivo que opina del proyecto en su totalidad, y yo respeto sus decisiones como director”. La división de tareas se dio “de forma natural y profesional”.

El zombi uruguayo

Estamos acostumbrados al típico zombi que se arrastra, pero también hubo películas en las que se movían a toda velocidad. Le preguntamos a Martín cómo sería un zombi uruguayo. “Es perezoso y se queja por todo. Sólo gruñe cuando se quema con el agua del mate y corre atrás de tiras de chorizo y asado como si fuera un perro. En la serie intentamos poner muchas situaciones que mezclen la cultura uruguaya con el mundo de los zombis”.

También habló de otra criatura casi tan temida: el youtuber. Y nos desasnó acerca de cuál es su definición del término. “Para mí un youtuber es cualquiera que crea contenidos para Youtube, ya sean videoblogs, trucos de magia, animaciones, tutoriales de cocina o lo que sea. En la serie intenté representar al estereotipo que uno tiene del millennial: el pibe que se pasa subiendo selfies lindas y videítos hablando a cámara”. Una combinación letal.

Hay quienes piensan una idea en grande y luego la bajan a tierra, mientras que otros saben de antemano hasta dónde dejar volar la imaginación. Para Parker, aquí hubo un poco de ambos. “Es cierto que durante el trabajo en el guion yo ponía el ojo en que fuera realizable, pero dejando que tuviera el suficiente vuelo para no perder calidad. También, pensando en que en algunos momentos era importante que ese mundo planteado se llegara a ver y sentir aún con las limitaciones, para que el espectador se involucrara con la historia”.

Lidiar con la realidad local es difícil. “Pero lo primero es que haya sintonía en el equipo en cuanto a querer hacer el proyecto, y asumir las condiciones. La serie se está produciendo con un fondo de desarrollo pequeño, más o menos con lo que cuesta hacer un aviso de televisión barato. Esperamos conseguir más dinero para poder pagarle mejor a la gente. En resumen, tiene sus cosas buenas porque con ganas y poco dinero igual se puede hacer”.

“Por otro lado, da pena que haya pocas oportunidades: por ejemplo, que en 2019 el ICAU [Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay] aún no tenga ningún fondo de producción para serie web (sólo tiene desarrollo) y que cuando ofrecés el proyecto a una empresa de telecomunicaciones ni siquiera te reciba, cuando es algo que interesa en todos los países más o menos desarrollados. Pero bueno, hacer cosas diferentes en Uruguay nunca fue fácil”.

Hacer tu propia serie

En cuanto a los intérpretes, Martín tenía algunos nombres pensados de antemano. “Hay cuatro personajes. Al protagonista y su mejor amigo los escribí pensando puntualmente en dos actores. Valentain Dalmao y Darío Pérez son amigos con los que vengo filmando desde hace años, ya sea trabajos estudiantiles, cortos o sketchs para Youtube”.

“Luego está el personaje de Fernanda, la mujer que encuentran en el primer capítulo; para su personaje me comuniqué con Gabriela Freire. No la conocía, pero la vi en Todos detrás de Momo y me encantó. Ahora que la estoy dirigiendo es muy divertido; es como ver a un personaje de una serie de Netflix y dos meses después hacer tu propia serie con ella”.

El último es Pablo Colacce, que interpreta al primo del youtuber. “Tampoco lo conocía, pero mi novia lo vio en una obra de teatro, le hicimos casting y nos encantó a todo el equipo”, reveló el director.

Los responsables anunciaron la serie como un proyecto “transmedia” y Parker amplió sobre lo que esto significa. “Nuestro plan es que el proyecto sea más que la serie. Va a tener complementos que tienen que ver con la historia en Instagram, Facebook, Twitter, pero además de eso es potenciar el concepto ‘zombis en Montevideo + redes’. Así que va a haber premisas para que la gente también haga sus propios videos: por ejemplo, que se junten amigos y se disfracen de zombis o sobrevivientes para grabar videos, fake zombie news, etcétera. Ya existe una base de afinidad y antecedentes de este tema, y queremos potenciar el universo que propone la serie”.

El millennial del grupo habló del papel de las nuevas tecnologías en el desarrollo de esta clase de productos. “Primero hay que entender las diferencias entre consumir una serie o película y consumir lo que hace un youtuber o influencer. Cuando ves House of Cards, Stranger Things o La rosa de Guadalupe, mirás todos los capítulos y ya terminaste de ver lo que pasa dentro de ese universo. Después tendrás backstages o alguna promo, pero son cosas por fuera de la ficción”.

“Cuando seguís a un famoso en redes sociales es diferente. Si seguís un jurado de Masterchef, por ejemplo, podrás ver las historias que sube a Instagram, los memes horribles que compartirá en Facebook y los comentarios políticos que hará en Twitter. Estarías consumiendo la vida de una persona en diferentes plataformas al mismo tiempo. Nuestra idea es hacer eso pero en una ficción: el universo no se termina con la serie, sino que vas a poder ver más contenidos de El último youtuber en diferentes redes”.

“Por ejemplo: un lunes se sube a Youtube el capítulo 1, en el que encuentran a la mujer. El martes y el miércoles no se suben capítulos nuevos, pero si seguís el Instagram vas a tener más información sobre esta mujer y pistas de lo que va a pasar antes de que se estrene el capítulo 2, el jueves”.

Epidemia zombi

Antes de dejarlos ir a trabajar, les preguntamos qué harían ellos ante una epidemia zombi. Las respuestas son tan diferentes como ellos. Martín: “Yo sería mucho más inútil que el protagonista de mi serie. Después de seis o siete horas llorando y chupándome el dedo, los zombis entran a mi casa y me comen con fritas. Los videítos que hago en Youtube no me van a salvar en el fin del mundo”. Parker: “Agarro el auto, meto un surtido y a mi familia (incluidos perro y gato) y ocupo el parador de arriba del cerro San Antonio, en Piriápolis. Creo que un par de semanitas aguanto”.

Los nueve episodios, de unos siete minutos de duración cada uno, se estrenarán este año en diversas plataformas.