La Justicia de Australia declaró culpable de varios casos de abuso sexual de menores al sacerdote George Pell, considerado el “número tres” del Vaticano. Pell era hasta hace pocos días uno de los principales consejeros del papa Francisco, y había sido designado por él para ordenar las finanzas del Vaticano, que estuvieron envueltas en varios escándalos en los últimos años. “No sé, a lo mejor es preferible que vuelva la persona que estaba controlando antes, que evidentemente hacía las cosas muy mal, pero por lo menos no violaba a nadie. Porque si hay que elegir entre los delitos de abuso sexual o lavado de dinero, yo creo que le haría mucho mejor a la imagen de la iglesia aparecer como estafadores que como pedófilos”, opinó una fuente de la iglesia católica en una entrevista a un periódico italiano. Cuando Pell fue elegido por Francisco como uno de sus colaboradores cercanos, en 2014, ya pesaban sobre él acusaciones de abuso sexual. La fuente eclesiástica reveló que en los pasillos del Vaticano se da como un hecho que la acusación de Pell modificará “radicalmente” el papel que tiene dentro de la estructura de la iglesia. “Ahora seguramente va a pasar a ser el número dos. Es una cuestión de sentido común. Si teniendo acusaciones de violación lo nombran número tres, al confirmarse las acusaciones tendrían que ascenderlo. Supongo que, además de ser la autoridad máxima en finanzas, pasará a ser también el encargado de luchar contra el abuso sexual”.