Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró hace cuatro días que su gobierno está abierto a la posibilidad de enviar tropas a Venezuela, la guerra diplomática entre estos dos países alcanzó sus máximos niveles de tensión. El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, respondió a su par estadounidense advirtiendo que a su país “no va a entrar nadie, ni un soldado invasor”. “Vamos a defender las ruinas de Venezuela con uñas y dientes. Y además, estamos seguros de que dentro de unos años ya no nos van a querer invadir, porque estaremos en la Edad de Piedra”, aseguró.

Otro de los puntos que generan enfrentamientos entre ambos gobiernos es el envío de ayuda humanitaria por parte de Estados Unidos, que el gobierno venezolano bloquea. De todas maneras, ayer se registraron algunos gestos de acercamiento desde ambos lados, que podrían derivar en un acuerdo. “No vamos a permitir que Estados Unidos intervenga en nuestro país. Mañana mismo comenzaremos la construcción de un muro fronterizo para evitar la entrada de ayuda humanitaria, con la ayuda de Donald Trump”, declaró Maduro. Por su parte, Trump aseguró que podría “reconsiderar” el envío de ayuda en caso de que Caracas construya un muro. “Me gusta la idea de enviarles ayuda humanitaria a los venezolanos, pero más me gusta la idea de que se construya un muro que agrave la situación humanitaria”, declaró el mandatario estadounidense.