Ernesto Talvi, líder de Ciudadanos y precandidato a la presidencia, intercambió dardos a través de los medios con dirigentes de Batllistas, el sector que seguramente lleve a Julio María Sanguinetti como precandidato en la interna del Partido Colorado. Talvi dijo que rechazó el apoyo de el ex presidente porque no quería a “el aparato que viene detrás suyo”. “Decir que quiere a Sanguinetti pero no al aparato que viene con él es como decir que lo quiere pero no a los jubilados temerosos del comunismo que trae consigo. No tiene sentido”, le respondió un dirigente de Batllistas. Quien no intervino en la polémica fue el tercer precandidato colorado, José Amorín Batlle, de Uruguay Batllista. En la interna sectorial ven “con mucha preocupación” que su líder no sea mencionado por Talvi ni Sanguinetti, ya que “da una imagen de alguien al que ni siquiera toman en serio, algo que es cierto, por supuesto, y de hecho ni él mismo se toma en serio, pero precisamente por eso no podemos dejar que lo ignoren así”. Fuentes de Uruguay Batllista dan como un hecho que Amorín Batlle elevará en los próximos días una denuncia ante la Corte Electoral. “Más allá de lo que diga la letra fría de la ley, es claro que están jugando sucio. No pueden dedicarse a matarse para aparecer cada vez más en los medios y no invitar a participar en esta estrategia a Amorín Batlle. Sobre todo porque saben bien que él no tiene la opción de provocarlos, porque por más que hable mal de otros precandidatos, nadie le va a dar bolilla”.