El Partido de la Gente (PdlG) está inmerso en una de las crisis más grandes de su corta historia. Su líder, Edgardo Novick, expulsó el fin de semana al vicepresidente de la colectividad política, Guillermo Facello, con el argumento de que estaba manteniendo conversaciones con la intención de volver al Partido Colorado (PC). Facello reconoció las conversaciones, pero negó que ya estuviera decidido a tomar esta decisión. “¿Cómo voy a abandonar el PdlG para irme al PC si las encuestas en las que sube [Julio María] Sanguinetti y baja Novick tienen apenas un mes? Es ridículo. Quienes me conocen saben que jamás me cambiaría de partido hasta saber a ciencia cierta cuál es el que tiene más chances”.

Pero Novick no sólo está siendo cuestionado por su estilo de conducción en el partido. Un dirigente que abandonó sus filas hace unas semanas criticó también su “capacidad de gestión”, uno de los caballitos de batalla del empresario y precandidato. “A nadie le pueden caber dudas de que le fue muy bien en sus negocios, pero después desperdició un dineral en esa ridiculez de ser presidente. Eso es un mal precedente. No podemos confiar las finanzas del país en alguien que invirtió tanta plata en un proyecto que tuvo tan malos resultados”, dijo. El dirigente consideró: “Si él [por Novick] hubiera puesto plata para la campaña de Juan Sartori a cambio de un lugar en la lista al Senado yo lo apoyaría, porque era una inversión inteligente. Pero lo que hizo con su candidatura es un despilfarro, o sea, lo último que necesita el país”.