En el marco de su viaje oficial a Estados Unidos, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, visitó la sede de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), un hecho que fue visto como un punto final a las tensiones entre Washington y Brasilia que se generaron a raíz del espionaje de la inteligencia estadounidense a la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, que salió a luz en 2015. El mandatario declaró: “Este tipo de cosas no va a volver a pasar, y lo puedo afirmar con seguridad porque le di al personal de la CIA y el resto de las agencias estadounidenses el acceso total a absolutamente todos los teléfonos del gobierno. Ya no necesitan hacer algo tan feo como espiar”. Bolsonaro se reunió ayer en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y luego del encuentro también hizo hincapié en el buen relacionamiento con la actual administración de la superpotencia. “Fue un encuentro muy provechoso, que inaugura una nueva era de intercambio y cooperación. De hecho, intercambiamos nuestros números de Whatsapp para poder enviarnos las noticias que ocultan los grandes medios y sólo aparecen en los portales de nuestros seguidores”. Trump, por su parte, destacó las “fuertes afinidades” que lo unen a su par brasileño, y adelantó que planea recurrir a él “cada vez que no pueda dormir por las noches y necesite algún chiste machista para distenderme y alegrarme”.
Donald Trump y Jair Bolsonaro intercambiaron números de Whatsapp durante su encuentro para enviarse fake news y chistes machistas
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